1.800 raciones en la comida popular para culminar unas participativas Jornadas Medievales

 El alcalde de Manzanares, Julián Nieva, valoró con satisfacción esta undécima edición por el disfrute ciudadano y su repercusión económica

Pisto con magro en el parterre del río

Otro de los actos más concurridos de estas XI Jornadas Medievales fue la comida popular celebrada el domingo en el parterre de los paseos del río, donde se repartieron 1.800 raciones de pisto con magro. Allí, el alcalde de Manzanares realizó una satisfactoria valoración de una de las ediciones “más participativas”, por lo que supone de disfrute ciudadano y de repercusión económica en la ciudad.


Una vez elegidos los nuevos alcaldes medievales y, tras el reparto de golosinas a la infancia en la plaza de la Constitución, toda la comitiva y público se desplazó a los paseos del río para disfrutar de la comida popular. Y aunque hubo una larga cola -no para quienes llevaban indumentaria medieval-, nadie se quedó sin probar el pisto con magro elaborado por un restaurante manzanareño y repartido junto a zurra y agua con la colaboración de la Asociación de Cofradías de Semana Santa.

En total, 1.800 raciones que confirman la alta asistencia de público en esta edición. Además de la comida y bebida, cada participante recibió una papeleta para participar en el posterior sorteo de los productos de la tierra bendecidos por la mañana en la misa medieval.


El tiempo ha sido un aliado, un año más, de las Jornadas Medievales, por lo que los comensales buscaron las sombras del parterre, donde además de las mesas instaladas por la organización, muchos llevaron las suyas y disfrutaron de esta comida gratuita, “una apuesta infalible” junto a la del resto de actos sin coste “para que todo el mundo pueda participar”, según valoró el alcalde de Manzanares, Julián Nieva.

El alcalde hizo un agradecimiento tanto al público como a los participantes de las numerosas asociaciones implicadas en los actos de estas Jornadas Medievales, así como a la labor de las distintas concejalías del Ayuntamiento que han colaborado con la de Festejos para conseguir tan positivos resultados “y que sea una ciudad referente”.


Julián Nieva expresó la voluntad de seguir consolidando la ciudad con una estrategia global que, además de apostar por las empresas y de mejorar servicios e infraestructuras, no olvida el dinamismo que aportan este tipo de eventos “con miles y miles de visitantes” y gran repercusión económica, principalmente en la hostelería y la restauración.

Ahora, según avanzó el alcalde, toca analizar y evaluar cada uno de los actos para que las jornadas no caigan en la rutina y sigan teniendo un positivo resultado en próximas ediciones.


Más de quinientas antorchas iluminaron el entorno del castillo

 Mucha participación de personajes en la procesión que abrió las XI Jornadas ‘Manzanares Medieval’

Numeroso público en la noche del viernes

Las XI Jornadas Histórico-Turísticas ‘Manzanares Medieval’ tuvieron un multitudinario inicio en la noche del viernes con la procesión de las antorchas, en la que más de quinientos personajes iluminaron las oscurecidas calles del entorno del castillo. El comendador pidió que, desde ese día, la historia viviera entre nosotros.


El izado de la bandera de la Orden de Calatrava en el castillo de Pilas Bonas fue en la tarde del viernes la antesala de los actos que por la noche atrajeron a muchísimo público en el inicio de las Jornadas Medievales de este año. La bandera fue portada en desfile desde la plaza de la Constitución hasta la de San Blas. Aquí, en presencia del Comendador y con los Músicos de la Encomienda amenizando el acto, la enseña fue desplegada e izada con gran solemnidad sobre las murallas de esta fortaleza calatrava de más de ocho siglos.

Con la caída de la noche llegó un nuevo y más multitudinario desfile a las 21:30 horas en el


que participaron más de quinientos personajes con indumentaria medieval. Llegaron de nuevo por la calle Virgen del Carmen hasta el castillo. Junto a su puerta principal se hizo la bendición de estandartes de cada grupo recreacionista en presencia del comendador, alcaide, adalid de caballería, fraile, alcaldes y regidores medievales y concejalas actuales.


Fue un acto mucho más ágil que otros años en el que José Antonio Fernández-Arroyo, en el papel del comendador, inauguró las XI Jornadas Medievales “en esta casa fuerte de Manzanares”. En sus palabras, dijo que este evento nos hace recordar el legado que, “desde el acuerdo con la Orden de Santiago de 1239, nos ha permitido afianzar nuestro dominio en estas tierras fronterizas”. Tras recordar su misión de proteger estas tierras y a sus gentes, pidió que estas jornadas medievales “nos hagan revivir la valentía, el honor y la fe que guiaron el camino de los que nos precedieron”. Terminó con un “¡que la historia viva hoy entre nosotros!”.


Después, al son de los tambores, comenzó la procesión de las antorchas. Todos los participantes salieron desde el castillo y prendieron sus antorchas en dos pebeteros. Las calles del recorrido, por el entorno de la fortaleza, se quedaron a oscuras, solo iluminadas por las llamas y por velas. Participaron grupos de la Mesnada de Caballería, Arqueros de Manzanares, coro Mansil Nahar, Músicos de la Encomienda (UP), coral Mater Assumpta, Manzarco, Ignis Lentius, comerciantes de Acece, Centro Ocupacional, Las que faltaban, La Parva y pueblo llano.

El público llenó las aceras por todo el recorrido. En uno de sus puntos, la comitiva pasó junto a la cruz de Calatrava que hay en la calzada de la calle Virgen del Carmen, cuyas formas fueron iluminadas con velas rojas. Y para evitar que ante tanta participación se juntaran los extremos de la procesión, su recorrido se amplió por las plazas del Castillo y calle Villarreal, a la espalda de la fortaleza.

Este primer gran acto de las jornadas terminó con la devolución de armas y prendas veladas y el nombramiento de caballeros y damas de la Encomienda de Manzanares por parte del comendador, que junto al alcaide, sargento y adalid pasó revista a las fuerzas allí formadas antes de ordenar romper filas tras proclamas “por Castilla, por Calatrava y por Manzanares”.