Ubicado en el núcleo
zoológico, en la zona del Pocillo Máximo, estará gestionado por la Plataforma
Pro-Animal de Manzanares
El Ayuntamiento de Manzanares
está construyendo en la zona del Pocillo Máximo un refugio para gatos
abandonados que gestionará la Plataforma Pro-Animal de la localidad. El centro
supondrá una inversión de unos 30.000 euros y se integrará, junto al albergue
para perros que gestiona la protectora Carea, en el núcleo zoológico.
Previsiblemente la primera fase de las obras de las nuevas instalaciones
destinadas a los felinos estará concluidas este mismo año, según explicó el
alcalde de Manzanares en una reciente visita para comprobar el ritmo de los
trabajos del futuro espacio para felinos. Inicialmente contará con cerca de 100
metros cuadrados construidos.
En la actualidad la Plataforma
Pro-Animal ocupa unas dependencias en pleno casco urbano que debe abandonar
para adaptarse a la normativa vigente. Por este motivo es necesario su traslado
a las instalaciones que el Ayuntamiento está construyendo para que puedan
continuar allí con su labor.
En este refugio los gatos
domésticos que hayan sido abandonados y se recojan serán sometidos a un control
sanitario y tratados en caso de que sufran algún tipo de enfermedad o daño. El
objetivo “último e idóneo”, según reconocía el propio Nieva, es conseguir que
estos animales puedan llegar a ser adoptados.
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Julián Nieva, visita las obras del Refugio para Gatos |
Pero también se trata de reducir
las colonias “incontroladas” de gatos callejeros que proliferaban hasta hace
algunos años en Manzanares. Un reto en el que el actual equipo de gobierno ha
estado trabajando a lo largo de este mandato. “En la legislatura pasada no se
trabajó con eficacia y en ese sentido tan sólo dos años hemos conseguido
avanzar muchísimo. Hoy hay muchas menos colonias de gatos”, explicaba el máximo
mandatario municipal. En el nuevo centro los felinos callejeros que se recojan
también serán controlados sanitariamente para evitar que se puedan propagar
enfermedades.
Además de llevar a cabo la
construcción del refugio, el Consistorio realiza una aportación de 3.000 euros
a la Plataforma Pro-Animal a través del convenio de colaboración que ha
rubricado este año con la organización.
Carea
Otra de las asociaciones con las
que colabora el Consistorio es la protectora Carea que en este caso se ocupa de
los perros abandonados. Con Carea el convenio existente en este 2017 es de
8.000 euros. En las instalaciones del núcleo zoológico en la protectora se
desviven porque los canes tengan “calidad de vida”. En la actualidad tienen en
torno a 80 animales bajo su cuidado. En Carea recogen perros abandonados, los
cuidan, los desparasitan, vacunan y les tratan sanitariamente. Todo ello con el
objetivo de que más tarde o más temprano alguien acabe adoptándoles y
adquiriendo el compromiso de cuidarles.
Esta tarea la llevan a cabo
voluntarios de la asociación desinteresadamente, como señalaba la presidenta de
Carea, Rosario Garrido durante el encuentro con el alcalde, acompañado por la
concejala de Obras, Isabel Díaz-Benito y el concejal de Sanidad, Juan López de
Pablo. Según Garrido, de forma estable unos seis voluntarios mantienen las
instalaciones y cuidan a los animales, aunque estimaba que hay en torno a una
docena en total.
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Julián Nieva, visita las obras del Refugio para Gatos |
Nieva quiso transmitir a todos
ellos, a través de Garrido, su agradecimiento y reconocimiento por la labor que
realizan. “Luchan cada día e invierten parte de su tiempo para mejorar la vida
y la calidad de vida de los perros”, señalaba el alcalde cifrando en más de una
veintena los voluntarios que, entre Carea y la Plataforma Pro-Animal, se
dedican en Manzanares a trabajar desinteresadamente por animales domésticos que
son abandonados.
Y si la labor de Carea y de la
Plataforma Pro-Animal es necesaria es porque desgraciadamente se siguen
produciendo abandonos. Una práctica que Nieva lamentaba: “hemos de condenar
radicalmente a los que en un momento determinado adquieren un animal y luego le
abandonan de manera miserable e inhumana”. En este sentido el alcalde apelaba a
la sensibilidad de los ciudadanos para que traten a los animales como la ley
establece. También señalaba que hay que tener una sociedad equilibrada y en la
misma no puede haber “animales abandonados ni maltratados”.
Afortunadamente en las
instalaciones de Carea al igual que reciben perros, no siempre en las mejores
condiciones, reciben a ciudadanos que están dispuestos a darles un hogar.
Garrido detallaba a Nieva y a su equipo las historias de apoyo y ayuda diarias
que viven y aprovechaba para pedir algunas mejoras necesarias en las
instalaciones que ocupan. Mejoras que el alcalde se comprometía a estudiar y a
llevar a cabo en la medida de las posibilidades existentes.