Ya han pasado un par de días de la esperada festividad de
Halloween en España. ¿Halloween? ¿España? ¿En la misma frase? Hay algo que está
saliendo mal. Remontémonos al pasado para entender un poco mejor esto.
Halloween es una fiesta de origen celta que se solía celebrar en el Reino Unido
y América. Sí, digo solía porque tanto nosotros como otros países la hemos
importado a nuestra nación. Halloween, en América y en el Reino Unido consiste
en qué unos cuantos chicos normalmente entre 6 y 12 años, aproximadamente se
disfrazaran de algo que asuste pero encantador, que sea un niño adorable. Lo
típico es que algún abuelo entrañable salga a recibirles haciendo algún
comentario divertido sobre su disfraz y que le dé golosinas. Todo esto no lo
digo yo, todos lo hemos visto en películas. Ahora vamos a centrarnos en España,
concretamente en Manzanares.
En nuestro país, nos da igual la edad porque somos más
chulos que nadie, y nos disfrazamos no precisamente de cosas adorables, si no
de cosas que ya no pretenden divertir, pretenden hacerlo pasar mal al que te ve
y cuantas más le amargues a ese ciudadano, son más risas y es mejor. Otro punto
bastante importante que he visto este 31 de Octubre es en lo que se pide. Dale
tú a uno de los que te viene pidiendo una golosina, como pasa en América o el
Reino Unido, a ver que te hace. Pedimos dinero y 1€ es poco, queremos más y
más. Si son 10€ mejor. Hay que ir aporreando telefonillos y fundiéndolos, que
es súper divertido. Y ahora viene lo mejor y lo que me hace más gracia me hace:
Si no le das dinero, te llenan la fachada de huevos. ¿Y eso es gracioso?
Valores, por favor, valores…
Siempre, el día 1 se ha ido al cementerio, a recordar a los
seres que ya no están, pero que están con Dios. Tenemos que celebrar la
Resurrección, no la muerte. Hay que celebrar que los difuntos están con Dios,
que no se han quedado ahí para siempre.
Concretando, ¿en qué momento empezamos a adaptar una
costumbre que ni de lejos tiene que ver nada con nosotros en nuestro pueblo? Me
gustaría saberlo como fue y por qué. Puede que tenga algo bueno ya que se
consume esa noche, en bares y discotecas. Se puede celebrar Halloween, pero con
moderación y de forma correcta. De todas formas, yo, personalmente, sigo sin
explicarme por qué introdujimos esa costumbre que poco tiene que ver con
nosotros, en nuestra sociedad.
Ángel García-Consuegra Guijarro