DEDICADO AL SR. MANUEL MARTÍN GAITERO,
PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL POPULAR DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE MANZANARES.
Hoy es día 11 de marzo del año 2.014. Como
mucha gente sabe, hoy se conmemora el décimo aniversario de la mayor masacre terrorista
que ha tenido lugar en Europa. Hace exactamente diez años, a las 7:38 h. de la
mañana, doce bombas explotaron en los trenes de cercanías de Madrid y
asesinaron a 192 personas, dejando heridas casi a otras 2.000. A raíz de aquel
atentado, hubo muchas personas que decidimos dar un paso hacia adelante en
política, sobre todo en pos de que algún día se supiera la verdad de lo que
aquel terrible día sucedió. Dos de esas personas fuimos, por caminos bien
diferentes, el que suscribe este artículo y el Sr. Manuel Martín Gaitero,
actual portavoz del Grupo Municipal Popular en nuestro Ayuntamiento. Pero he aquí
que el paso de los años nos ha hecho a ambos seguir por caminos bien
diferentes.
En mi caso, sigo pensando lo que empecé a
pensar cuando comencé a seguir con detenimiento las continuas investigaciones
periodísticas independientes al respecto del trágico y tremendo suceso. A día
de hoy, sigo pensando que toda la versión oficial de los hechos, en la que se
ha basado la verdad judicial no ha sido otra cosa que una gigantesca mentira.
Todo lo que nos han contado al respecto es rotundamente falso. Que fue
Al-Qaeda, que fueron una banda de moritos del barrio de Lavapiés quienes
colocaron las bombas y luego se suicidaron en un piso controlado por la Policía en Leganés, que
hubo terroristas suicidas en los trenes, que en los trenes explotó Goma-2 Eco y
“vale ya”, que Jamal Zougham, que se está comiendo a pulso más de 30.000 años
de condena tuvo algo que ver con los atentados, que el Skoda Fabia fue
utilizado por los terroristas para trasladar los explosivos, que las bombas que
explotaron en los trenes fueron preparadas en una casa de Morata de Tajuña, que
la mochila de Vallecas no explotó por pura casualidad (mentira, no explotó
porque estaba preparada para no explotar), que el Chino era un radical
islamista cuando en realidad el día 19 de marzo estaba celebrando el Día del
Padre, fiesta cristiana por antonomasia, y tantas y tantas trolas vomitadas una
y otra vez por la inmensa mayoría de los medios de incomunicación que dominan
lo que queda de este país.
Como bien han dicho muchos tertulianos en la
víspera de este lamentable aniversario, hay muchas cosas del 11M que no se
saben, pero sí hay otras muchas que sí están comprobadas. Por ejemplo, está
comprobado que en la muestra M-1, la única muestra que no fue lavada con
acetona, el polvillo del extintor, la pericia independiente ordenada por
“Super-Ber”, que finalmente acabó convirtiéndose en “Mini-Ber”, encontró restos de nitroglicerina y dinitrotolueno, componentes del
explosivo Tytadin. Por tanto sabemos que aquel tren fue reventado por el
explosivo que por aquel entonces utilizaba la banda terrorista ETA. También
sabemos que en el resto de focos de explosiones se encontró dinitrotolueno,
componente que no forma parte de la
Goma 2-Eco. Luego sabemos que el resto de explosivos que se
utilizaron para hacer saltar por el aire a los trenes, no tuvieron nada que ver
con la trama asturiano-mora que posteriormente fue juzgada. También sabemos que
la famosa mochila de Vallecas fue encontrada antes por la Cadena Ser que por la propia
Policía, ya que la cadena del grupo PRISA avanzó su existencia unas horas antes
de que fuera oficialmente encontrada por la Policía en la Comisaría de Puente de
Vallecas. De igual forma sabemos que nadie vio esa mochila en los trenes y que
en su composición había metralla cuando no se encontró metralla en ningún
cuerpo de ninguna víctima. También sabemos que la mochila de Vallecas estaba
preparada para no estallar porque no tenía conectados los cables y que el
teléfono móvil que supuestamente debía de activarla ni siquiera contaba con el
voltaje necesario para provocar la explosión. De todo lo cual se deduce que la
prueba fundamental del caso es más falsa que un euro de madera y que todo lo que
se ha deducido posteriormente a partir de esta “prueba” carece por completo de
valor. Y también sabemos, por ejemplo, que la furgoneta Renault Kangoo fue
llenada de evidencias en el complejo policial de Canillas, ya que cuando se
encontró en la calle Infantado de Alcalá de Henares estaba tan vacía que
incluso los perros adiestrados por la Policía no fueron capaces de detectar ningún
resto de explosivo ni nada que se le pareciera. A partir de aquí sabemos que
ninguno de los partidos que dicen que nos representan han querido saber nada de
lo que verdaderamente ocurrió el 11M, que la inmensa mayoría de medios de
incomunicación tampoco han querido saber nada al respecto y que el sistema
judicial, y más concreto la Audiencia
Nacional , también prefiere pasar página y negarles a las
víctimas la justicia que mínimamente se merecen, que es conocer a los
verdaderos autores de la masacre, tanto intelectuales como materiales, que un
día les estropearon y arruinaron sus vidas.
La diferencia entre el Sr. Manuel Martín
Gaitero, que sigue en el Partido Popular, y el que suscribe, que se fue para no
volver nunca jamás al PP, precisamente, y entre otras cosas, por su errática
posición respecto a este asunto, es que, mientras que él tiene que callar y
tragar sapos y culebras para mantener su posición en el partido, yo soy libre
de escribir este artículo, aún a costa de que me sigan tachando despectivamente
de “conspiranoico”. Es la diferencia entre uno y otro, mientras que unos
seguimos manteniendo nuestros principios y convicciones, otros hace tiempo que
los abandonaron por un puñado de €uros. Mientras que unos seguimos haciendo lo
que buenamente podemos por conocer la verdad, hay otros que una vez con el
cargo en el bolsillo, prefieren ahogarse entre mentiras. Mientras que unos
preferimos continuar siendo libres, otros, como el Sr. Martín Gaitero, han
preferido convertirse en esclavos de sí mismos.
Un saludo, Sr. Manuel. Y no se preocupe, que
finalmente, y a pesar de su partido y del PSOE, de los medios de incomunicación
y del lamentable sistema judicial que padecemos, sabremos lo que ocurrió aquel
fatídico día. Y se lo contaremos, a usted y al resto de la sociedad, siempre y
cuando quieran saberlo, claro.
Fdo.Juan Rodríguez.
Presidente del LIM