El Molino Grande cuenta con diez espacios diferenciados que reflejan la
vida en torno al molino, y la propia historia del molinero.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
“Conocer las raíces, cuidar las
tradiciones y sembrar historia” son los objetivos del nuevo museo etnográfico
que la localidad inaugura el próximo jueves, en palabras del alcalde de
Manzanares, Julián Nieva. Se trata del Molino Grande, un edificio del siglo XVI
también conocido como Molino Villalta. La puesta en marcha de este nuevo museo
es uno de los retos que se marcó el Equipo de Gobierno desde el inicio de la
legislatura. Para ello, se han realizado obras en su interior y se ha
revalorizado la senda que va hacia el molino, la cual también se ha dotado de
servicio eléctrico.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
La puesta a punto cuenta con
operaciones de mantenimiento y reparación en varias zonas de humedales, y en el
porche, “que tenía algún problema estructural” tal y como señala Isabel Díaz-Benito,
concejala de Obras, Servicios y Embellecimiento. Sin embargo, la mayor parte
del trabajo de los dos últimos año se ha centrado en la musealización del
molino, que a partir de ahora podrá visitarse para conocer la recreación de la
vida del molino y el molinero.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
“Se ha hecho un trabajo muy serio
y fidedigno”, señala la edil manzanareña. El espacio está compuesto de diez
estancias diferenciadas: por un lado, se encuentra el corral, por donde
comienza la visita; después el porche muestra elementos relacionados con la
recogida del cereal acompañados de fotos “muy antiguas y muy buenas” de gente
de Manzanares de la época; en el aula de ‘pan llevar’ se muestra contenido
audiovisual, un panel expositivo con los diferentes tipos de cereal que se
molían y una reproducción del plano de Perola de 1616 “primera referencia
gráfica explícita sobre el Molino Grande que refleja la importancia que tiene”.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
El museo también cuenta con la
recreación de la zona de la vivienda, en la cual se encuadran la cocina y la alcoba;
para recrearla “hemos contado con el testimonio del último molinero que vivió
allí, Alfonso Villalta”. Y tras la antesala, se encuentran los molinos de
invierno y verano. La cuadra y el ‘aula muela’ completan la infraestructura;
éste último espacio además de mostrar la evolución de la molienda sirve como
sala dedicada a las actividades con los más pequeños.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
La senda hacia el
molino
Convertida en un agradable paseo
para la llegada a este museo, la senda que va hacia el molino, a pesar de que
se seguirá ampliando, es el inicio recomendado para comenzar la visita ya que
“se pueden consultar paneles donde se nos habla de cómo era la vida de los
Manzanareños, su relación con el río Azuer, la instalación de otros molinos que
había en el cauce del río… es un paseo agradable que termina con la recreación
de la noria”.
Los concejales municipales Silvia
Cebrián, Pablo Camacho y Beatriz Labián han podido conocer de mano de la
responsable de Obras cómo se ultiman lo detalles para su inauguración el
próximo jueves, en una visita en la que se ha puesto en valor la musealización
de este recurso local.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
Revivir y descubrir
la forma de vida de los años 50
A través de los diferentes
utensilios y aperos que conforman el museo se puede revivir la forma de vida de
los años 50 y 60 en Manzanares, e incluso anterior. “Los mayores pueden revivir
la que era su forma de vida, y los niños y niñas van a descubrir muchas cosas
de antes”, señala la concejala de Obras.
La mayor parte de los elementos
etnográficos han sido donados por Donato Camacho, conocido como “Menano”, pero
también se ha contado con la colaboración de muchas otras personas e
instituciones como la Diputación de Ciudad Real para esta puesta en marcha, y
la propia donación del edificio en el año 2011 por parte de Juan Antonio
Giraldo.
Molino Grande - Manzanares (C. Real) |
“Hay personas que aún recuerdan
haber ido al Molino Grande a moler o a comprar, y para nosotros es un orgullo
que allí quede ese testimonio”, señala Díaz-Benito.
Algunos de los utensilios más
curiosos que se pueden encontrar son una aventadora o ablentadora, en un estado
de conservación muy bueno; también se pueden encontrar una trilla, la limpia, o
las piedras de moler, solera y volandera, entre las decenas de objetos que
alberga el museo.