“La Escuela de Ciudadanos es hoy es una acción cívica
reconocida fuera de nuestra región, una semilla ilustrada en donde antes había
demasiado barbecho”
Blas Villalta. |
Así lo dictaminó el magistrado del Juzgado de lo
Contencioso-Administrativo nº1 de Ciudad Real, que condena al actual
Ayuntamiento a “ceder locales municipales” cuando la Escuela lo solicite. El
magistrado considera “nulas las denegaciones del uso de locales por vulneración
del derecho fundamental de asociación, en su vertiente de su normal actividad”.
Es una buena noticia, para la Escuela de Ciudadanos, para los vecinos de
Manzanares y su comarca, y en general para la cultura de nuestra región. Que a
estas alturas del siglo aún haya politicastros que entiendan el ejercicio de cargos
públicos con los golpes de mando de un cortijero, es muy triste, pero hemos de
confiar en que esas actitudes, esta primavera más que nunca, tienen los días
contados en nuestra sociedad.
Una iniciativa sobresaliente
José Antonio Marina. Escuela de Ciudadanos. |
Aristóteles decía que somos “animales ciudadanos”, pues
“sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra”. Y en estas máximas se
fundamenta el hecho de que se haya hecho tan grande lo que en un principio fue
una iniciativa modesta, que buscaba llenar de significado el ‘sentirse
ciudadano’, cuando una asignatura tan cívica y saludable como Educación para la
Ciudadanía estaba siendo atacada ferozmente por sectores retrógrados de la
sociedad española. En el primer curso, Almudena Grandes, Miguel Ríos, Miguel
Ángel Aguilar, Nativel Preciado, Luis García Montero y Javier Reverte
reflexionaron en voz alta sobre cómo ser un buen ciudadano. En los años
sucesivos siguieron dando vueltas al concepto de ciudadanía, de pertenencia
cívica a la comunidad, personalidades cuyo solo nombre nos explica tanto de la
historia reciente de nuestro país: artistas como Víctor Manuel o el Gran
Wyoming, escritores como Caballero Bonald o Soledad Puértolas, periodistas como
Carles Francino, Pepa Bueno, Iñaki Gabilondo, Juan Cruz o El Roto. Pero también
juristas y políticos. Pasaron por Manzanares ministros de todos los partidos
que gobernaron desde que recuperamos la democracia: desde Soledad Becerril,
Carlos Solchaga o Manuel Pimentel a Ángel Gabilondo.También se celebraron
varios debates con políticos de todas las formaciones con representación
nacional. Los dos últimos cursos los cerraron españoles reconocidos
universalmente: Federico Mayor Zaragoza y Baltasar Garzón.
Baltasar Garzón. Escuela de Ciudadanos. |
Concejal provinciano
Aquí está el nivel, Manzanares en el mapa, la actualidad y
la historia reciente de España, la cultura y el arte viniendo a nuestro pequeño
rincón de La Mancha a ofrecernos su palabra, la experiencia de las grandes
personalidades públicas, cuando tenemos que bajar al barro y escuchar las
declaraciones incalificables de un concejal provinciano: en 2011 se cortó
cualquier colaboración con la Escuela de Ciudadanos, incluyendo el derecho que
tiene todo vecino de utilizar las instalaciones públicas, porque este pobre
hombre, investido de su pequeño poder, consideraba que los invitados de la
Escuela de Ciudadanos estaban “alineados ideológicamente a la izquierda”. Y
casi cuatro años después tiene que venir un juez a enmendarle la plana y
decirle que “a veces sucede que los integrantes de un partido político olvidan
que, cuando les toca gobernar, ya no defienden los intereses de su partido,
sino que gobiernan para todos los ciudadanos, sea cual fuere su ideología
política”.
Ahora, ya en retirada, el Ayuntamiento de Manzanares acata
con la frente baja esta sentencia. Pero en el camino la Escuela de Ciudadanos
ha pasado a ser otra cosa: salió de la Biblioteca Municipal para ocupar
espacios más amplios, en todos los sentidos: hoy es una acción cívica bien
reconocida fuera de nuestra región, una semilla ilustrada en donde antes había
demasiado barbecho, un punto de referencia, modesto pero firme, en el panorama
cultural de nuestra región.
Es una lástima que entre las buenas gentes que habitan en
nuestros pueblos hayamos elegido tantas veces la indiferencia política, social
y ciudadana, y hayamos dejado por ello nuestros asuntos públicos en manos de
personajes anclados en un provincianismo del que tanto se quejó Antonio Machado
hace un siglo.
José Antonio Marina. Escuela de Ciudadanos. |
La España del cincel
En nuestro entorno, en nuestras propias familias, en
nuestros negocios, conviven de forma razonable conservadores y liberales,
progresistas y tradicionales, ilustrados e iletrados, modernos y anticuados, y
algunos que somos un poco de todo eso sin que ello nos invalide para estar en
la sociedad, sino todo lo contrario. ¿Por qué, entonces, hemos permitido tantas
veces que lleven por ahí el nombre de nuestros pueblos personajes tan rancios?
De nuevo con Machado, confío en que esa “España del cincel y
de la maza”, “España de la rabia y de la idea”, está llegando también a las
profundidades quijotescas de La Mancha. Desde luego, un aire nuevo está
soplando con las primeras horas de la primavera, y parece que viene a
conducirse por surcos derechos. Desde el otro lado del mundo lo puedo sentir, y
lo espero como agua de mayo. Esta sentencia a favor de la Escuela de Ciudadanos
me ha alegrado el día porque es un pequeño triunfo primaveral: abono para estas
raíces ilustradas que se mueven bajo nuestra tierra.
(*) Blas Villalta es vocal de la Junta Directiva de la
Escuela de Ciudadanos. Profesor Lengua Castellana y Literatura. En la
actualidad da clases en un instituto de San Diego (California).