Es la hora de la Tercera República, como impulso regenerador
de la sociedad española. Miguel Ramírez.
Nota de prensa: Ayer anunciaba el Presidente del Gobierno de España, Mariano
Rajoy, que el Jefe del Estado ha decidido abdicar y dar paso a su heredero, el
Príncipe Felipe. Viendo la reacción de los medios de comunicación, parece que
éste cambio estaba ya precocinado desde hace tiempo, y simplemente se ha
buscado el mejor momento para su anuncio.
La obsesión del bipartidismo por arropar, proteger y blindar
a la monarquía ha llevado a éste absurdo, en el que después de casi 40 años de
restauración borbónica y de que lo mandate la Constitución Española, todavía no
se haya preparado la Ley que regule este traspaso de poderes.
No deja de ser una paradoja, que cuando después de unas
elecciones europeas que han marcado la crisis total del régimen político, y en
el que todo el mundo plantea la necesidad de una profundización democrática,
ahora asistamos a un nuevo cuento de hadas, en que por derechos de sangre se
hereda ni más ni menos que la Jefatura del Estado, la máxima representación de
la ciudadanía española y del país.
Ya habrá tiempo para profundizar en la
valoración de una
monarquía y su régimen, que cierra su ciclo atosigado por su propia corrupción
sistémica, pero es el momento de plantear abiertamente la necesidad de la
plenitud democrática en nuestro país.
Hace mucho tiempo que se viene planteando la necesidad de
iniciar un proceso constituyente, hacer esa ruptura democrática que la
Transición, a golpe de ruido de sables y de coche bomba, quebró. Es el momento
en que no valen escenificaciones medievales, ni salidas para llenar revistas
del corazón, es la oportunidad histórica de la necesaria modernización de
España.
IU, junto a otros grupos y agrupaciones republicanas,
venimos demandando un proceso constituyente, plenamente democrático y que
configure un nuevo modelo político que se quite el lastre de las grandes
componendas. Por eso insistimos en que es el momento del pueblo, de recuperar
los espacios de soberanía y de democracia que quedaron pendientes en el 78, y
que con la abdicación de Juan Carlos, abdica también su régimen bipartidista y
se abre la esperanza democrática de los pueblos de España.
Una sucesión sin más en la Corona, sería dar continuidad e
impunidad a un sistema basado en la confluencia de intereses de las grandes
familias y sus empresas, sus corrupciones, y su régimen autocrático que expulsa
de los derechos básicos a la inmensa mayoría social.
Hoy más que nunca la DEMOCRACIA PLENA, es la única y
verdadera salida de ésta crisis, y no se puede hacer con el pueblo como
figurante de una película de Disney, sino como sujeto activo, consciente y
protagonista de su futuro.
Es la hora de la Tercera República, como impulso regenerador
de la sociedad española.
Miguel Ramírez Muñoz
Coordinador Provincial de IU Ciudad Real