Deseo escribir estas líneas en memoria de las personas que
nos precedieron, que lucharon por conquistar los derechos laborales y sociales,
que lo dieron todo con valentía, coraje, e incluso con sus vidas, a esas personas
que hoy si levantaran la cabeza se avergonzarían de ver donde ha quedado su
lucha.
¿Pregunto qué celebramos hoy?
La pérdida de los Derechos Laborales y Sociales, la
precariedad laboral, salarios indignos que impiden cubrir las necesidades
vitales de la persona o hacer frente a pago de hipoteca que abocan a las
familias a ser lanzadas de sus hogares, jornadas de trabajo interminables,
trabajadores que viven en la incertidumbre diaria de si el mes que viene
seguirán trabajando, contratos por horas, semanas, y me atrevo a decir que poco
falta para llegar a contratos por minutos…. Jóvenes obligados a buscarse la
vida fuera de nuestro País, mientras otros tienen que vivir con sus familias
por falta de medios para independizarse y para los que esta situación se hace insostenible.
Necesitan un proyecto de vida independiente que no pueden hacer por carecer de
ingresos. Algunos tienen parados sus proyectos de pareja y ven que su relación
se está resintiendo por no poder iniciar la convivencia.
Parados y paradas mayores de 45 y 50 años que ven difícil su
reincorporación al mundo laboral tras muchos años de cotización y que ven como
la cuantía de su futura pensión de jubilación va menguando al ritmo de sus
reducidas cotizaciones, por la prestación por desempleo o lisa y llanamente por
su falta de cotización a la Seguridad Social, en sus años previos a la
jubilación que serán los que determinarán la base de su futura pensión.
Los problemas de quienes fueron autónomos/as, personas que
trabajaron y cotizaron que han perdido su trabajo y que a sus problemas como desempleados
se les añade la escasa cobertura de prestaciones por desempleo e incluso, en
ocasiones, las deudas que acumularon con entidades bancarias, con Hacienda o
con la Seguridad Social en los últimos años de su actividad, situaciones que
les siguen persiguiendo impidiendo cualquier alternativa de futuro.
Qué decir del desempleo de las mujeres, las cuáles son las
más castigadas, por no hablar de la precariedad laboral por la que atraviesan,
la mayoría con menores a su cargo y dificultades severas para cubrir
necesidades vitales de sus hijos y de ellas, hogares monoparentales donde se
hace difícil la supervivencia.
Las políticas que producen y mantienen la pobreza, la
precariedad y las desigualdades son un
mercado laboral no regulado: desempleo, precariedad laboral y bajos salarios,
un sistema fiscal débil e injusto y la demolición de la protección social.
Finalizo lanzando la siguiente reflexión:
¿Y si resulta que ya hemos salido de la crisis? Y si la
situación en la que nos encontramos no es debida a que seguimos estando en
crisis, sino que estamos ante un nuevo modelo de sociedad que nos han impuesto
y que es profundamente injusto.
Y…si fuese así, ¿nos quedaremos inmóviles? o, ¿retomaremos
de nuevo el camino que los nuestros iniciaron?
Ahora, es el momento idóneo para recuperar los principios,
valores y derechos olvidados.
Por ello estamos creando un espacio de participación
ciudadana en la que todos podemos opinar, reflexionar y tomar decisiones.
Este espacio
es ASAMBLEA CIUDADANA DE MANZANARES.