COMUNICADO DE LA HERMANDAD
Desde la Junta de Gobierno de la Hermandad no queremos
terminar esta gozosa celebración hoy 6 de diciembre, sin dar las gracias por
tantas y tantas cosas:
- Gracias, lo primero a Él que puso su mano poderosa sobre
nosotros y no permitió que aquel 9 de abril ocurriera ninguna desgracia.
También porque en ningún momento, por muy difícil que haya sido, ha dejado de
estar a nuestro lado.
- Gracias a tantas personas, que con tanto cariño han
trabajado en esta bendita casa, que tanto nos están aguantando y tanto nos
están esperando, por ser la casa de quien es.
- Gracias a tantos y tantas como han querido contribuir con
su aportación o donativo a aminorar la deuda que a partir de ahora tenemos que
pagar, como siempre lo hemos hecho: con vuestra ayuda, la de este pueblo
generoso que tanto quiere a su Patrón.
- Gracias a los hermanos y hermanas que, a pesar del
fastidio de un pago imprevisto, han dado un paso al frente y han contribuido
con su cuota extraordinaria a efectuar los primeros pagos de la reconstrucción
de la Ermita.
- Gracias, también a los casi ochocientos hermanos y
hermanas, que no han creído oportuno pagar esa cuota extraordinaria, pero que
en su mayoría han contribuido con un donativo para ayuda de los cuantiosos
gastos que han supuesto llegar hasta aquí. Jesús del Perdón y ellos saben por
qué nos han dicho que NO y quizás nos sirva para saber que la crisis también
nos está afectando de lleno.
- Gracias a la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora,
con su Párroco y Consejo Pastoral, que nos abrieron los brazos para acoger
nuestras imágenes e intentaron acomodarse a las incomodidades de nuestra
presencia como Hermandad.
- Gracias a las Hermandades y Cofradías de Manzanares,
especialmente a las que albergaron parte de nuestras imágenes y carrozas.
Gracias también a los particulares que nos prestaron sus cocheras en esos
momentos en que era necesario evacuar la ermita para acometer las obras y
evitar otros hipotéticos accidentes.
- Gracias a los trabajadores, trabajadoras, técnicos y
profesionales que han contribuido en las diferentes tareas de reconstrucción,
como son los arquitectos, aparejadores, albañiles, fontaneros, escayolistas,
pintores, limpieza, carpinteros, empresa de alquiler de grúas y plataformas,
carpintería metálica, etc.
La mayoría de ellos son acreedores de esta Hermandad, no
solo por la deuda que mantenemos. También por el trabajo que han realizado de
una manera especial, sabiendo para quien los realizaban y la fe que en Él
tenían.
- Gracias a la compañía de seguros, que desde el primer
momento nos dijo que no contáramos con ningún tipo de indemnización, porque el
siniestro no se encontraba cubierto con la póliza que teníamos suscrita. Nos
han enseñado a no confiar en el futuro nada más que en nuestras propias fuerzas
y volvernos más precavidos y exigentes cuando contratemos la próxima póliza,
porque obviamente no podemos seguir confiando en ellos.
- Gracias a nuestras autoridades que desde el primer momento
se pusieron a nuestra disposición y en la actualidad nos han prometido
concedernos una subvención el próximo año, que contribuya a aligerar en lo
posible esa deuda de CASI CIEN MIL EUROS para la que en estos momentos, con
garantía de miembros de la Junta de Gobierno, se está estudiando una operación
financiera en un Banco de nuestra localidad, con el fin de pagar totalmente a
los profesionales y empresas que han trabajado en esta casa durante casi cinco
meses.
- Gracias y perdón si nos olvidamos de alguien. Son tantas
las personas, empresas e instituciones que nos han acompañado y arropado en
estos ocho meses de Viacrucis, que tememos pecar de descorteses con el olvido.
Que Dios os lo pague amigos y amigas.
Ahora, cuando las cosas vuelven a serenarse, el polvo se ha
limpiado y aspirado, la ermita luce espléndida desde la sencillez que siempre
la ha presidido, cuando contemplamos a nuestras veneradas imágenes, cada una en
su sitio, cuando quizás podamos tener la tentación de sentirnos satisfechos por
todo lo que se ha hecho, nos damos cuenta una vez más de que sin ustedes no
somos nadie, ni tiene sentido todo lo que se ha trabajado y luchado.
Seguimos endeudados y lo seguiremos por mucho tiempo, pero
contamos con que todos los manzanareños y manzanareñas están a nuestro lado y
seguirán ayudándonos, como siempre lo han hecho: cada uno en la medida de sus
posibilidades.
Por favor, sigan ayudándonos. Ya saben: aquí en las huchas y
cepillos de la ermita o en las cuentas que tenemos abiertas para recoger fondos
y pagar cuanto antes la deuda que hemos contraído. Queremos volver pronto a lo
que más nos gusta: EL CULTO, LA ORACIÓN Y LA CARIDAD, para dar gloria a Dios y
a su Santísima Madre de la Esperanza. Gracias y felices fiestas.