Desde hace un par de años vengo
observando algo extraño que antes no pasaba. Una especie de virus se ha
apoderado de aquellos que ocupan sus asientos en el salón de plenos el último
martes de cada mes. De dicha observación nació entones un deseo de averiguar
más sobre lo que estaba ocurriendo y descubrí que no era un “qué” sino un
“quién” el origen de todo.
Repasemos los síntomas.
Erupciones de la
palabra “transparencia”.
Desde que el concejal de UPYD
aterrizó en el Ayuntamiento, este término aparece reiteradamente en los
discursos y planteamientos de los demás concejales. Los casos más crónicos que
he observado han sido en aquellos individuos que forman parte de grupos
políticos municipales poco o nada acostumbrados a este concepto, defendido por
el concejal de UPYD y que trata de acercar la política al ciudadano de a pie.
Estos individuos sorprenden a menudo con la negación del término utilizando la
expresión “No estamos obligados” cuando desde la bancada magenta se requiere
más transparencia.
Brotes de sinceridad
no controlados.
Otro de los síntomas que llama la
atención es que, de vez en cuando, se aprecian brotes de sinceridad no
controlada. Este síntoma afecta sobre todo a los componentes del equipo de
gobierno y se ve reflejado en afirmaciones como “usted trabaja demasiado” o “no
nos dé tanto trabajo”. Estos enunciados confirman que la labor del concejal de
UPYD provoca reacciones “causa-efecto”, de modo que las continuas demandas de
información por parte del concejal y la monitorización continua de la labor de
la acción de gobierno, provocan el extraño efecto de hacer trabajar a quienes
pensaban que ser cargo público era algo fácil y liviano.
Confusión y falta de
apego a la realidad.
Este síntoma es uno de los que
más se repite y se hace más crónico si además se ostenta la concejalía de
urbanismo. Aparece de forma reiterada cuando el concejal de UPYD lanza una
pregunta a cualquier miembro de equipo de gobierno y éste contesta con
evasivas, dando respuestas confusas y totalmente alejadas de la realidad. Algo así como “si preguntas por uvas yo vendo
patatas” pero llevado al mundo de la política.
Continuas referencias
a la labor de UPYD
No es extraño que en un pleno
municipal se haga alguna o varias referencias a algo dicho, preguntado o pedido
por el concejal de UPYD. Este es probablemente el síntoma que más
explícitamente nos muestra lo contagioso que es el buen hacer y el gran trabajo
que está realizando Jerónimo Romero Nieva en el Ayuntamiento. Sus numerosas
intervenciones tanto en el turno de debate como en el de ruegos y preguntas son
fuente inagotable de referencias en el resto de grupos. Rara es la vez que
alguno de los presentes en el salón de plenos no esboce un “...como bien dijo
el concejal de UPYD” o “…esto es algo que ya pidió Jerónimo”.
De todo lo anterior se concluye
que la labor del concejal de UPYD es altamente recomendada y agradezco a todos
los que han conseguido que Jerónimo ocupe su lugar como concejal de Manzanares,
así como a todos los que conseguirán que repita dentro de dos años.
Pedro María Castellanos