domingo, 18 de junio de 2017

Julián Gómez Cambronero, reflexiona para la Cadena SER sobre el futuro cercano de la investigación biomédica



¿A dónde nos llevará la investigación biomédica en un futuro cercano? Reflexión de Julián Gómez Cambronero para la Cadena SER Ciudad Real
Julián Gómez Cambronero - http://cadenaser.com/emisora/2017/06/12/ser_ciudad_real/1497254735_238641.html

Hablemos de los temas que han ido surgiendo de manera vertiginosa en biomedicina en los últimos años: el genoma humano, el origen biológico de las enfermedades mentales, la medicina regenerativa, las nuevas técnicas de edición genómica y las nuevas armas moleculares en la lucha contra el cáncer.


El genoma humano

Hoy es posible analizar la expresión simultánea de 23.000 genes mediante la tecnología de “microarrays” en muestras de pacientes. Conocer el genoma humano base por base, ha cambiado y seguirá cambiando la Medicina. Se ha hablado mucho de medicina individualizada. Aunque en teoría se podrían diseñar nuevos fármacos y para ahondar en las causas de las alteraciones patológicas, su utilidad predictiva en el ámbito médico es mucho más limitada, de momento, de lo que se creía al principio. ¡Pero no hemos hecho mas que empezar!


El origen biológico de los trastornos mentales

A pesar de los avances en el diagnóstico y la terapia de las enfermedades mentales y neurodegenerativas no se sabe a ciencia cierta hoy por hoy el origen biológico (es decir, genético o molecular). Si se supiera, se podrían diseñar nuevos fármacos para poder ayudar a las personas que las padecen. Y ahí es donde reside la nueva investigación. Las nuevas revoluciones en el campo de la neurobiología son, por una parte, el ‘Proyecto Cerebro Humano’ europeo que trataría de simular matemáticamente 86 mil millones de neuronas y 100 mil millones de sinapsis parara algún día tratar de entender mejor su funcionamiento. En paralelo, EE.UU. lleva a cabo el programa BRAIN, con nuevas tecnologías, que beneficiaría a pacientes con Alzheimer, Parkinson o depresión y ansiedad.


La medicina regenerativa

La regeneración y reconstrucción de órganos implica un enorme potencial científico y clínico y la investigación académica e industrial están invirtiendo masivamente en este área. Ingeniería y Biología se aúnan en este tema, con el último objetivo de reemplazar, en el futuro, tejidos y órganos enfermos. Se piensa también en transplantes de tejidos de cerdo humanizado para evitar el rechazo o infección para tratar de reconstruir riñón, córnea, pulmón, hígado, corazón y páncreas. En este sentido, las células madre pluripotentes inducidas (iPSC) han recibido mucha atención, si bien las promesas de la medicina regenerativa son grandes, existe hoy el peligro de clínicas que ofrecen tratamientos no probados y que debemos estar alerta.


Técnica de edición genómica CRISPR

Podríamos pensar en unas “tijeras moleculares” que pueden cortar cualquier molécula de ADN de una manera muy controlada y precisa. Se puede eliminar un gen no funcional insertando un nuevo segmento de ADN. Esta ‘herramienta molecular’ es parecida a la ‘terapia génica’ y los objetivos iniciales podrían ser enfermedades causadas por mutaciones de un solo par de bases en el ADN, como la fibrosis quística, la hemofilia y ciertos tipos de anemia. El lado oscuro de esta técnica es que también podría ser utilizada para modificar los genomas de embriones humanos lo que no se puede ni debe permitir.


Nuevas armas contra el cáncer

La inmunoterapia, es un nuevo tratamiento que trata de restaurar o intensificar la capacidad del sistema inmunitario para detectar y combatir el cáncer “desde dentro”, destruyendo las células anormales. Una técnica, todavía en fase experimental, sería la de la transferencia celular adoptiva, consistente en extraer del paciente ciertos glóbulos blancos que han invadido el tumor del paciente (los llamados “linfocitos T citotóxicos infiltrados en el tumor”), seleccionar en el laboratorio las células con actividad antitumoral, aumentar su población y activarla, para después volverlas a inyectar al paciente y esperar a que ellas destruyan las células tumorales.


Hoy existe un optimismo real, casi una ‘revolución’ entre los investigadores que luchan día a día por encontrar las claves para ayudar a tantos pacientes que aun siguen esperando la cura a sus enfermedades. Las áreas descritas prometen nuevos conocimientos para continuar la investigación en el laboratorio y su aplicación clínica. Sigamos teniendo esperanza en nuestros investigadores y su labor en el laboratorio y en un futuro que irá encontrando respuestas para devolvernos la salud.
http://cadenaser.com/emisora/2017/06/12/ser_ciudad_real/1497254735_238641.html
 

#19J Lunes 19 de Junio,13:00 horas del mediodía, acude a la Plaza de la Constitución!!! Los Ayuntamientos contra las violencias machistas!!!


“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo - Álbum nº 3


“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17
“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17
“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17
“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17
“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17

“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17
“La tormenta” Escuela de teatro Lazarillo  - 35 Muestra de Teatro Escolar Lazarillo – 15-06-17

12 palomas. Artículo de opinión de Pedro María Castellanos



Si hay algo de lo que podemos presumir en Manzanares, es de tener mucho vino y muchas palomas. El potencial de nuestros caldos es obvio, a tenor de las numerosas medallas de calidad que reciben.  El potencial de nuestras palomas es igual de obvio, a juzgar por la cantidad de “medallas” que dejan en nuestras aceras, balcones y terrazas. Con la diferencia de que, mientras las primeras medallas dan prestigio a nuestra localidad, las segundas nos avergüenzan y, además, son tóxicas.


Hace dos años, en los albores de la actual legislatura, un recién llegado concejal llamado Jerónimo Romero Nieva, de un partido con una forma de entender la política nada usual, lanzó una pregunta en un Pleno Municipal que a muchos dejó descolocados. Este concejal, Portavoz del Grupo Municipal de UPYD, puso sobre la mesa un problema ya grave por aquel entonces y del que muchos vecinos ya se quejaban. Este problema no era otro que la exagerada cantidad de palomas que residían en nuestra localidad. Aquello descolocó a los partidos tradicionales, hasta el punto de que entre ellos murmuraban mofas hacia la pregunta del concejal magenta. Algo lógico si te paras a pensar que poco o nada estaban acostumbrados hasta entonces, a que un concejal planteara los problemas cotidianos de los manzanareños en un Pleno Municipal. El equipo de gobierno, que sufrimos todos y que responde “dónde” cuando le preguntas por “cuántos”, hizo lo que siempre hace cuando se ven sobrepasados, atacar al anterior gobierno. Y a la pregunta del concejal de UPYD sobre el tema de las palomas, que recordemos fue el primero en plantear este problema en un Pleno Municipal, en lugar de responder con soluciones a dicho problema, respondieron abriendo un expediente al anterior Alcalde por unas facturas, que si bien pusieron de manifiesto la mala gestión que hizo el Partido Popular sobre el tema de las palomas, también puso en evidencia la falta de ideas y de reacción del Partido Socialista, ante la plaga que estaba sufriendo Manzanares y que a día de hoy seguimos padeciendo. 


Cuando el sabio señala la luna, los necios miran el dedo. Y aquellos que en su día tuvieron la oportunidad de acabar con el problema de las palomas al que señalaba Jerónimo Romero Nieva, vieron en el dedo del concejal de UPYD la oportunidad de atacar políticamente al adversario, en lugar de mirar más allá y ponerse a trabajar para solucionar un problema serio de salubridad y calidad de vida que nos afecta a todos. 



Pedro María Castellanos 
Tal vez se pregunten por qué he titulado el artículo así, “12 palomas” cuando en realidad la población de palomas es mucho mayor. La respuesta es sencilla. En el siglo XIX un excedente de uvas fue origen de la tradición de comerse 12 uvas para celebrar la entrada del año nuevo. Solo espero y deseo, que el excedente de palomas que sufrimos, no acabe instaurando una nueva tradición y nos veamos todos dentro de unos años, comiéndonos 12 palomas el día de nochevieja.

Pedro María Castellanos