domingo, 13 de octubre de 2013

Erase una vez... segunda parte de una Gran Ciudad en obras para reformar los pasos de peatones.



Erase otra vez el Cuento de la Gran Ciudad en obras para reformar los pasos de peatones, segunda parte.
Veamos…
Los dirigentes de la Gran Ciudad, estaban orgullosos de las obras que habían comenzado y que habían reformado muchos de los pasos de peatones de la Gran Ciudad y habían dado a luz otros nuevos.
Ellos como casi siempre vivían en su mundo,
apartados de la realidad de sus conciudadanos, les daba igual que las reformas llevadas a cabo estuvieran casi peor realizadas (bastante chapuzas) que las que había con anterioridad. Peor construidas y no respetando las alturas para la movilidad de sillas de ruedas y pies cansados.
Pero siguieron construyendo, sin pensar mucho, les daba igual los resultados, tan solo querían que se viera que ellos hacían cosas
por la Gran Ciudad, aunque estas cosas fueran incoherentes e inservibles y se fueron a otra zona de la urbe y siguieron haciendo reformas, muy deprisa eso sí.
Cambiaban unas líneas de baldosas grises por otras de color rojo delante de los pasos de cebra (tal vez para los que tienen dificultades de visión vieran donde se encuentra el paso), pero no se les ocurría bajar los bordillos ya que estaban allí para que los más desfavorecidos físicamente los pudieran utilizar. A ellos les daba igual, ellos iban en grandes coches.
Pero qué más da, si  en su mundo los más desfavorecidos, los ancianos, los que van en sillas de ruedas no son muy rentables, no son competitivos, no son excelencia, tan solo son un gasto de pensiones y sanidad y hay que apretarles el cinturón y después engañarlos diciéndoles que todos los años les van a subir la pensión aunque en realidad cada año no se sabe muy bien él porque es más pequeña y encima os hacemos obras (aunque no las podáis utilizar) para que tengáis una mejor calidad de vida.

Los ciudadanos de la Gran Ciudad, cada día estaban más enfadados cuando veían como los dirigentes les quitaban las cosas que les facilitaba la vida y ellos cada vez tenían más y mejores sueldos, más y mejores trabajos (casi siempre de asesores), y cuando a cada momento se reían de ellos y los toman por idiotas, y sumaban y seguían.
Algunos soñaban y decían en voz alta: Pronto llegará el día en que los ciudadanos de  La Gran Ciudad expulsarán a los malos dirigentes que los han gobernado en contra de las necesidades de su pueblo siguiendo siempre las consignas de sus señores feudales que todavía han tenido menos conocimiento de la realidad del pueblo que ellos y volverá a ser humana, a tener corazón, a cuidar de sus enfermos, ancianos y niños y volverá la cordura desde una educación de todos y para todos que al final los hará grandes.
Pero hasta entonces, colorín colorado este cuento se ha acabado.

                        Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

1 comentario:

  1. CHAPUZA TOTAL LA ALTURA DEL BORDILLO A EL AGLOMERADO (O SUPERFICIE DEL ASFALTO) ES DE 2.5 CENTÍMETROS A 3 PARA MINUSVÁLIDOS

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