Juan Rodriguez. Presidente del Lim |
Sin
duda eso es lo que está quedando en el Partido Popular, “palmeros y papagayos”.
La gente con los principios y los ideales claros está saliendo en desbandada de
un partido absoluta y despiadadamente jerarquizado en el que el o la que
discrepa sólo tiene una salida, que es el abandono del partido. Y es que ese es
el precio que hay que pagar para conseguir los votos que proporciona, casi sin
levantarse del asiento la franquicia “PP Partido Popular”: aplaudir a rabiar a
los líderes cuando sus excelencias hacen acto de presencia y repetir una a una
todas las consignas que son enviadas desde las instancias superiores con el
entendimiento de un papagayo. La verdad es que cuando ingresé en el Partido
Popular, allá por febrero del año 2.007 jamás me imaginé que las cosas fueran
como en realidad y el paso del tiempo me está demostrando que son. Es
totalmente imposible discrepar o tener un criterio u otras ideas diferentes de
las que manan de las altas direcciones, ya sean provinciales, autonómicas o
nacionales. Uno no se puede salir nunca del guión preestablecido so pena de
entrar a formar parte de los incómodos o de los revoleras, de la gente “con la
que es imposible trabajar”. Eso sí, si cuando se deja caer por aquí la Presidenta Regional
o el Presidente Nacional te echan humo las manos de tanto dar palmas y si
cuando se han ido coges el atril y te pones a repetir las cuatro ideas
fundamentales que hay que sembrar entonces sí, entonces que no quepa duda que
tendrías algún futuro en la formación.
Lo
que llama extraordinariamente la atención es lo fríamente calculado que parece
estar todo: que se va del Partido Popular el Sr. Ortega Lara, (recordemos: casi
dos años encerrado en un zulo) porque es imposible comulgar con las ruedas de
molino de la excarcelación masiva, incoherente e innecesaria de los presos
terroristas, automáticamente y como un resorte asaltan las televisiones y las
emisoras de radio las legiones de palmeros a repetir hasta la saciedad que es
un error y que se consigue más sumando que dividiendo. Que el Sr. Santiago
Abascal se va del Partido Popular por la misma razón, porque donde antes había
un partido ahora sólo queda una manada de interesados que no quieren
desprenderse del sillón, tres cuartos de lo mismo. Que el Sr. Mayor Oreja
renuncia a encabezar las listas electorales al Parlamento Europeo, leña
al mono
que es de goma. Que el Sr. Aznar no acude a la Convención de
Valladolid, es que tiene problemas físicos. Y se quedan tan anchos. Y es que no
hay peor ciego que el que no quiere ver. Porque la realidad es que cada día hay
y debe de haber más y más gente que se vaya del Partido Popular, no porque se
consiga más o menos uniendo que dividiendo, o porque en el partido sólo queden
aburguesados con las manos desgastadas de tanto aplaudir sin sentido, o por
cualquier otra peregrina razón, sin porque cuando se pierde el norte y cuando
se abandonan las ideas y los principios el camino hacia la dilución está
servido.
Y
que conste que escribo esto del Partido Popular porque es el partido que conocí
en su día desde dentro, pero lo dicho es prácticamente extrapolable al PSOE,
con el agravante de que los mal llamados “socialistas” que ni son socialistas
ni son nada que se le parezca, no es que aporten soluciones, sino que son los
principales generadores de los problemas que asolan desde hace muchos,
muchísimos años a este país roto y despedazado. Tanto monta, monta tanto. Lo
dicho, tanto en un lado como en el otro, “palmeros y papagayos”.
Triste
porvenir y puerco destino el que le espera a nuestra desgraciada sociedad
civil, a todos aquellos y aquellas que nada tienen que ver con la política. O
si no, el tiempo.
Juan
Rodríguez.
Presidente
de Liberales e Independientes por Manzanares (LIM)
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