En la estela del eje central de Unión, Progreso y
Democracia, a nivel nacional, de hacer una campaña en positivo y hablando de
Europa, en Manzanares nos
proponemos hablar de Europa de manera
que todos entendamos de qué hablamos.
Nota de Prensa de UPyD Manzanares: En la estela del eje central de Unión, Progreso y
Democracia, a nivel nacional, de hacer una campaña en positivo y hablando de
Europa, en Manzanares nos
proponemos hablar de Europa de manera
que todos entendamos de qué hablamos.
Cuando hablamos de Europa hablamos de mucho más que de un
continente: de unas instituciones políticas en funcionamiento, de un proyecto
por desarrollar, de una idea y de unos valores. Todo lo que Europa ha llegado a
ser lo ha logrado contra el nacionalismo. Y el nacionalismo -ya sea de los
países o de las regiones- es el principal obstáculo por superar para que Europa
cumpla con su destino: convertirse en una unión política ejemplarmente
democrática que garantice la libertad y la igualdad de sus ciudadanos y que
sirva de guía a todos los países del mundo que tratan de dejar atrás la pobreza
o la tiranía.
Regenerar Europa
Regenerar la democracia, en España y en Europa, es lograr
que las instituciones cumplan con su papel. Desde Bruselas, esto significa
fortalecer las instituciones comunes frente a las de los Estados: el Parlamento
y la Comisión Europea deben ver reforzadas sus competencias. Esto implica
avanzar en la unidad política, como única forma de garantizar la libertad, la
legalidad, la transparencia, el control democrático y la rendición de cuentas.
Más democracia.
En el Parlamento Europeo se reúnen los legítimos
representantes de los ciudadanos europeos. Debería, por tanto, ser el centro de
la política europea. Para ello necesita tener plena capacidad legislativa y de
control sobre las decisiones de la Comisión. Ésta, por su parte, debe actuar
como verdadero Gobierno europeo que defienda los intereses comunes de las
personas frente a los intereses particulares de los diferentes gobiernos.
Menos egoísmo nacionalista.
En cambio, el Consejo Europeo, la mayor rémora de la Unión,
debería desaparecer o ver muy menguado su papel. Sería el Consejo de la UE (que
reúne a los ministros de los distintos ramos) el que se convertiría en una
especie de “segunda cámara territorial” con competencias claras. De este modo,
Europa tendría unas instituciones comunes que serían los cimientos de una Unión
Europea Federal.
Los ciudadanos mandan.
El Parlamento Europeo debe ejercer un mayor control
democrático sobre el resto de instituciones, que deben ser más transparentes,
eficientes y responsables ante los ciudadanos. Es vital la participación de los
ciudadanos en el progreso de la Unión, ensanchando los cauces para que puedan
plantear y defender sus iniciativas.
UPyD Manzanares
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