lunes, 12 de enero de 2015

Por esos héroes a los que no dejan salvarnos y, aun así, hacen milagros. Artículo de opinión de Miriam Rodríguez Torres.



Están desmantelando nuestra sanidad pública y puedo afirmarlo no porque lo haya leído en la prensa, lo afirmo porque lo he vivido y lo he sufrido.


11-01-15 La vida te cambia en un segundo. Pasas de la tranquilidad del sofá a correr de un lugar a otro mientras pierdes la concepción del tiempo, solo porque la vida decide asustarte. Momentos en los que esa misma vida te pone a prueba y te recuerda que las riendas las lleva ella y que si quiere se va, y que si quiere vuelve, y que si quiere te amenaza con su huida para finalmente quedarse. Pero tranquilos,  no estamos solos aunque intenten abandonarnos. Tenemos héroes que hacen milagros para que esto no suceda. Tenemos héroes que luchan por nosotros a pesar de que no les dejan salvarnos.
Tenemos héroes que luchan por nosotros a pesar de que no les dejan salvarnos.

Por motivos personales, estuve en menos de 12 de horas en tres hospitales diferentes. Tres hospitales públicos que pertenecen al
Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y en los que nos corresponde ser atendidos ya que pagamos religiosamente nuestros impuestos. A todos ellos llegué con una urgencia y en todos me encontré la misma odisea. Héroes con pijamas verdes y batas blancas corriendo de un lugar a otro y atendiendo a pacientes a los que la vida daba la espalda. Saturados y sin medios suficientes para llevar a cabo una labor para la que están más que preparados.
Y lo sé porque me lo han demostrado. Faltaba personal, faltaban camas, faltaban máquinas, faltaban medios. Pero no faltaban ganas y eso es para decir gracias. He tenido que escuchar al personal sanitario excusarse, mientras se les caía la cara de vergüenza y de impotencia, que ellos hacían lo que podían pero “que era Navidad y faltaban camas”, “que era fin de semana y faltaban especialistas”, “que había helicóptero pero que no podía utilizarse”, “que había que esperar una uvi móvil que tardaría en llegar porque no hay suficientes”. ¿Quién ha
descubierto que en Navidad hay menos enfermos de urgencia? ¿Quién ha decidido que en fin de semana no son necesarios especialistas a los que esperan pacientes graves? ¿Quién gestionó la compra de un helicóptero que podía despegar en un hospital pero no aterrizar en otro? ¿Quién decide que un paciente al que le falta tiempo tiene que esperar porque hay ambulancias guardadas sin personal? Mientras pasaban las horas, y mientras veías aumentar el riesgo que toda esta espera innecesaria conllevaba. Y descubres que tenemos profesionales atentos y volcados en hacerte todo mucho más fácil a pesar de que a ellos cada día se lo ponen más difícil.
Héroes con pijamas verdes y batas blancas corriendo de un lugar a otro y atendiendo a pacientes a los que la vida daba la espalda




Están desmantelando nuestra sanidad pública y puedo afirmarlo no porque lo haya leído en la prensa, lo afirmo porque lo he vivido y lo he sufrido. Porque todos merecemos ser atendidos con calidad y porque esos héroes de los que hablo se merecen que les dejen trabajar para que puedan seguir salvándonos la vida. Porque me parece totalmente inmoral ahorrar quitándole las posibilidades de vivir a los demás. ¿Dónde se han quedado las prioridades de esa sociedad? Que se apueste por ellos, por los que investigan, por los que atienden, por los que cuidan, por los que trasladan, por lo que limpian, por los que luchan por salvarnos.



Creo que queda claro, sin necesidad de especificar mucho más, quien es el héroe y quien el villano. Solo espero que en esta historia el autor decida que tienen que ganar los que luchan, los que apuestan por la vida más allá del ahorro de una crisis que está sirviendo de excusa más allá de sus posibilidades.



Infinitas gracias aquellos héroes a los que no dejan salvarnos, y aun así, hacen milagros.

Miriam Rodríguez Torres
     

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