Su error ha sido ignorar la advertencia de la Confederación
Hidrográfica del Guadiana, y como lo que mal empieza mal acaba ahora continúan
planteando medidas populistas con poca base legal, olvidan ese refrán que dice
que “a burro muerto la cebada al rabo”.
Nota de Prensa: A principios del verano del 2013 desde la
Confederación Hidrográfica del Guadiana se advirtió al Ayuntamiento de
Manzanares que debía tomar medidas para evitar que desde la Depuradora se
produjeran vertidos tóxicos al rio Azuer avisando de que en octubre se harían
inspecciones para comprobar que el Ayuntamiento cumplía sus obligaciones. De
esta forma el Ayuntamiento era advertido de que debería atenerse a las
consecuencias en caso de no respetar la legislación medioambiental, el que
avisa no es traidor.
Las inspecciones realizadas por el SEPRONA a mediados de
octubre en muestras del agua proveniente de la Depuradora municipal indicaban
la existencia de sustancias tóxicas en cantidades muy superiores a las
permitidas e incompatibles con la vida. El mismo SEPRONA comprueba
posteriormente que determinadas Bodegas de la localidad incumplen la normativa
municipal de
tratamiento de aguas residuales, ante el conocimiento y
permisibilidad, o connivencia, del propio Ayuntamiento, que además es el
titular de la Depuradora causante final de unos vertidos que contaminan el río
Azuer poniendo también en peligro un ecosistema sensible y protegido como son
las Tablas de Daimiel.
Como consecuencia de esta actuación se inicia el
correspondiente expediente sancionador contra el Ayuntamiento de Manzanares,
por ser el titular de las facultades coercitivas con las que poder obligar a
las Bodegas a cumplir la propia normativa del Ayuntamiento, como queda de
manifiesto durante la instrucción de este expediente sancionador. En este
expediente queda de manifiesto que la falta de acción o actuación del
Ayuntamiento de Manzanares, al permitir vertidos altamente contaminantes,
supuso un grave riesgo para la salud de las personas que consuman productos
agrícolas producidos en la zona contaminada así como para el equilibrio
medioambiental de una zona cercana a un espacio sensible y protegido, el cual
también es puesto en peligro.
Las alegaciones del Ayuntamiento de Manzanares al expediente
sancionador se presentaron fuera de plazo y sin una argumentación jurídica
fundada pues intentaba hacer responsable de los vertidos a una Administración
que no tiene competencias en la materia. Como consecuencia de todo este cúmulo
de ineficacia e irresponsabilidades el Ayuntamiento de Manzanares ha sido
sancionado con 101.000 euros por consentir o permitir vertidos de sustancias
contaminantes en octubre de 2013. Nos tememos que esta sanción no será la
última pues por la misma causa y razón hay iniciado otro expediente
sancionador, que se encuentra en fase de instrucción, por similares vertidos en
octubre de 2014.
Río Azuer |
En Ganemos Manzanares consideramos que estos hechos deberían
hacer recapacitar a los responsables municipales, especialmente al alcalde y al
concejal de medio ambiente, que ante los problemas utilizan la técnica del
avestruz de esconder la cabeza bajo tierra, negando lo evidente y culpando a
terceros de sus propios errores, de su propia ineficacia e irresponsabilidad, y
hasta de su propia dejación de funciones que es el verdadero motivo de la
sanción, que se debe a consentir o permitir unos vertidos. Su error ha sido
ignorar la advertencia de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, y como lo
que mal empieza mal acaba ahora continúan planteando medidas populistas con
poca base legal, olvidan ese refrán que dice que “a burro muerto la cebada al
rabo”.
Ganemos Manzanares
Manzanares, a 25 de febrero de 2015
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