El Festival Internacional de
Teatro Contemporáneo Lazarillo de Manzanares se llenó anoche con Microteatro
por dinero. Más de un centenar de espectadores agotaron las entradas para
disfrutar de espectáculos de 15 minutos de duración para unos 15 espectadores.
Turbulencias - Microteatro por dinero - FITC Lazarillo 2017 |
El microteatro se ha convertido
en uno de los formatos teatrales contemporáneos
con mayores posibilidades técnicas y artísticas. La cercanía entre público y
actor y la brevedad e intensidad de los montajes lo han convertido en uno de
los formatos favoritos entre el público, sobre todo entre los más jóvenes. En
el 43ª edición del FITC Lazarillo, el microteatro ha vuelto a tener su propia
sección, MicroFITC, con la colaboración de la sala madrileña “Microteatro por
dinero”. En 2015, el equipo del FITC Lazarillo decidió entregarles el Premio
Escena por su aportación innovadora al mundo de las artes escénicas y desde
entonces la colaboración ha sido mutua.
La consulta de los idiotas - Microteatro por dinero - FITC Lazarillo 2017 |
En torno a un bar, llevado por el
pub manzanareño “John Boy”, se estructuraban las tres salas en las que las
representaciones volvían a comenzar cada 20 minutos. El centro cultural “Ciega
de Manzanares” volvió a ser el espacio elegido para distribuir los espectáculos.
En la sala uno, se representó el micromusical “Amor en la extensión 86”, un
montaje que combinaba la música con un texto socarrón y repleto de giros que hicieron
las delicias del público. “Turbulencias” fue el espectáculo que se representó en
la sala dos reconvertida en un avión en el que los espectadores eran unos pasajeros más en un trayecto con mucho más que
algunas turbulencias. En la sala tres, “La consulta de los idiotas” puso en pie
al público con un montaje que, inspirado en el teatro del absurdo, hablaba
sobre el miedo al paso del tiempo.
La cinsulta de los idiotas - Microteatro por dinero - FITC Lazarillo 2017 |
La directora del festival, Míriam
Rodríguez, confirmaba “éxito del microteatro entre la población manzanareña” a
la vez que lamentaba que muchos espectadores no hubiesen podido ver las
representaciones ya que “las entradas se agotaron cuando la taquilla solo
llevaba media hora abierta.” Rodríguez cree que el microteatro debe quedarse
como una sección fija en el FITC y crecer poco a poco como está demandando el
público. “Es un formato en el que cabe todo, en el que sientes las respiraciones
del actor y en el que la brevedad y la inmediatez hacen que el público se quede
totalmente enganchado”, afirmó Rodríguez. Por su parte, también quiso agradecer
la inestimable colaboración de la sala “Microteatro por dinero”, y en especial
la atención de su gerente Verónica Larios, y el apoyo y las facilidades que presta
el ayuntamiento de Manzanares para que el centro cultural pueda utilizarse como
espacio escénico durante el festival.
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