Se trabaja en
educación de calle con chavales que ya consumen drogas, con colectivos
vulnerables para prevenir y de forma individualizada con menores de alto riesgo
Presentación Programa empu-G - Manzanares 27-10-17 |
Prevenir y reducir entre los
jóvenes todo tipo de adicciones, tanto a sustancias estupefacientes como a
alcohol, internet y móvil, juegos de azar o compras, es el objetivo del
programa Empu-G que impulsa el Ayuntamiento de Manzanares. Las concejalías de
Servicios Sociales y de Juventud trabajan de manera coordinada en este programa
para promover el desarrollo integral de los jóvenes y que no ha parado de
crecer desde el año 2013. En la actualidad unos 474 jóvenes son beneficiarios
de este proyecto a través de las distintas iniciativas que engloba.
La concejala de Servicios
Sociales, Beatriz Labián, junto a la edil responsable del área de Juventud,
Esther Nieto-Márquez, han valorado positivamente la evolución del proyecto en
el que se invierten conjuntamente más de 106.500 euros. Presupuesto en el que
se incluyen fondos propios de ambas concejalías y las aportaciones de la
Consejería de Sanidad (94.235 euros) y la Fundación La Caixa (9.450 euros).
Labián ha señalado que Empu-G
“abarca no sólo la prevención en diferentes grados, dependiendo de los factores
de riesgo presentes, sino la intervención con jóvenes que ya han iniciado el
consumo y su acompañamiento para que lo abandone”. De hecho en enero se puso en
marcha un subprograma de educación de calle, encuadrado en la Concejalía de
Servicios Sociales.
Este subprograma está dirigido a
jóvenes de entre 15 y 27 años, aunque puede extenderse hasta los 30 en algún
caso). Con cada joven se trabaja un mínimo de tres horas semanales y se
mantiene contacto vía telefónica o por whatsapp. El acompañamiento se realiza
mediante una metodología educativa que mejore la calidad de vida del joven. El
fin es promover el abandono del consumo o de la adicción, así como facilitar la
incorporación social de estos jóvenes.
Labián ha detallado que se está
trabajando con planes individuales personalizados con 14 jóvenes que tienen
dependencia tanto física como psicológica. Estos se encuentran en exclusión
social y reciben un acompañamiento integral. Se trabaja igualmente con las
familias de estos 14 usuarios. Además hay identificados otros 38 jóvenes a los
que se asiste de manera puntual y con intervenciones de emergencia. Para llevar
a cabo este subprograma existe una completa coordinación con los distintos
recursos sanitarios, educativos y sociales.
Prevención Selectiva
En cuanto al área de prevención
selectiva, que depende de la Concejalía de Juventud, se selecciona a colectivos
de jóvenes especialmente vulnerables y, por tanto, con mayor riesgo de consumir
drogas o de caer en otras conductas adictivas (móvil, internet, juegos, etc).
Este área a su vez se divide en subáreas: socioeducativa, socio-familiar, ocio
y tiempo libre, participación comunitaria y trabajo en red.
Los profesionales trabajan en
grupo con los adolescentes cuestiones tales como la autonomía, la autoestima,
la educación afectivo-sexual, el uso del ocio y el tiempo libre, los estilos de
vida saludables, o las conductas antisociales, entre otros aspectos. “Todo ello
incidiendo directamente en el consumo que pueda tener el joven, por medio del
reconocimiento de sus fortalezas, su competencia y su brillantez”, ha indicado
Nieto-Márquez. Se trabaja especialmente para detectar o limitar precozmente los
consumos problemáticos.
Para trabajar el área de ocio y
tiempo libre se crearon las Salas de Ocio que funcionan viernes y sábados.
Salas que han incrementado su personal este año y que cuentan con una
coordinadora, un educador y un monitor.
En el área de prevención
selectiva en la actualidad se atiende a un total de 75 adolescentes y a sus
familias en materia educativa, a unos 80 jóvenes semanalmente en las Salas de
Ocio y a unos 250 en intervención comunitaria.
Prevención Indicada
De la Concejalía de Juventud
también dependen las actuaciones que se llevan a cabo en el área de prevención
indicada del programa Empu-G. En este área se trabaja únicamente con menores de
alto riesgo y/o con aquellos en los que se han detectado síntomas iniciales de
un problema en relación al consumo de drogas, adicciones o exclusión social.
En este caso la labor se basa en
planes de intervención individual con cada menor. Así se potencian factores
personales de protección, reduciendo los factores de alto riesgo
correlacionados con el abuso de sustancias y adicciones. Se crean además
actuaciones más intensas y frecuentes tras la detección, captación y
valoración, en las que el menor es evaluado y diagnosticado por un equipo de
profesionales expertos, la coordinadora del programa y el educador.
En este área se han aumentado los
recursos dedicados y se ha detectado una mayor demanda que se atenderá de
manera progresiva. En estos momentos se atienden a 17 adolescentes de edades
comprendidas entre los 11 y los 21 años.
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