En Castilla-La
Mancha, la Oficina del Cambio Climático afirma que el pasado año ha sido
“extremadamente seco”, lo que nos deja en una situación de “sequía profunda”
Por Román Orozco (*)
“Parece como algo salido de
Hollywood: el “día cero” está por llegar a Manzanares. Todos están advertidos”.
“El gobierno municipal alerta de
que la amenaza del día cero será lo peor que ha enfrentado un pueblo como éste desde
la Segunda Guerra Mundial o el atentado del 11 de septiembre. Ya hay
conversaciones con la policía nacional de España porque “el sistema policial
usual no será adecuado”. Los residentes, cada vez más temerosos, susurran entre
sí sobre el caos que se avecina”.
“La razón de las alertas es
sencilla: el suministro de agua del pueblo está por quedarse completamente
seco. Las tuberías de los hogares y los negocios tendrán que cerrarse hasta que
lleguen las lluvias. Los casi 20.000 residentes del pueblo manchego deberán
hacer fila para las raciones de agua que se repartirán en 20 puntos. Manzanares
se prepara para el impacto en la salud pública y el orden social”.
“Si continúan bajando los niveles
de agua, Manzanares deberá declarar el día cero en menos de tres meses. Ese día
dejará de salir agua del grifo”.
¿Terrorífico, verdad?
Los párrafos anteriores no son
una ficción. No es la mano de Stephen King la que está detrás. Es la de dos
reporteros del periódico The New York Times describiendo la angustiosa
situación que viven los cuatro millones de habitantes de Ciudad del Cabo, la población
más grande de Sudáfrica y la de mayor nivel de vida del continente.
A esos párrafos textuales, solo
les he hecho un cambio: he sustituido Ciudad del Cabo por Manzanares. Porque
ese día cero podría ser realidad también aquí algún día. Y no muy lejano.
Pocos días después de que
comenzara a escribir este artículo, Ciudad del Cabo mereció la primera página
de El País. Entro otros datos, señalaba el periódico español que el día cero ya
estaba fijado: el 11 de mayo. Ese día, los pantanos que abastecen a la ciudad
sudafricana estarán por debajo del 13% y no podrá ser utilizada para consumo
humano. Desde ese día, cada ciudadano podrá recoger 25 litros de agua en alguno
de los 180 puntos repartidos por la policía en la ciudad. Ahora, y desde el 1
de febrero, solo pueden consumir 50 litros al día. Quien supere ese límite es
multado con 700 euros.
¿Qué se puede hacer con 50 litros
de agua? Poco. Tirar una vez de la cadena del inodoro son 20 litros. Poner una
lavadora, 60/70. En España, cada persona consume por habitante y día 137 litros
de agua.
¿Cuál es la causa principal de
esta gravísima situación? El cambio climático (CC).
¿Exagerado? No. Los datos son
contundentes. También en España.
Evacuar Sevilla
En 1994, las autoridades
sevillanas contemplaron la evacuación de la ciudad de Sevilla, recordaba estos
días Jaime Palop, consejero delegado de Emasesa, la empresa de gestión del agua
local. Un millón de personas deberían salir de la ciudad. Solo contaba con agua
para seis meses.
En Castilla-La Mancha la
situación no es mejor. Según el último informe de la Oficina del Cambio
Climático de la comunidad, hecho público hace unos días, el pasado año ha sido
“extremadamente seco”, con casi un 39% menos de precipitaciones que la media
anual en los primeros diez años del siglo. Es el segundo año más seco desde
1981, lo que nos deja en una situación de “sequía profunda”.
Al tiempo, la temperatura media
anual ha subido en nuestra comunidad más de medio grado en esa década.
Estos datos confirman lo que
ustedes están viviendo día a día. Cada vez hará más calor, lloverá menos, habrá
menos agua y eso afectará de manera directa e inmediata a sus vidas. Todo les
resultará más caro: la electricidad, el gas, los productos frescos. Las
cosechas serán menores, como ha sucedido este año con el aceite y la uva. Por
tanto, subirán, como han subido, los precios.
400.000 muertos al año en Europa
Si viven en una gran ciudad,
sufrirán las consecuencias de una contaminación del aire cada vez mayor: su
salud se resentirá. Por cierto que la Unión Europea ha amenazado estos días con
llevar a los tribunales a España por incumplir la normativa de contaminación
del aire. Sobre todo, en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona.
El comisario europeo de Medio
Ambiente, Karmenu Vella, ha recordado que superar los niveles fijados de
dióxido de nitrógeno producido por el tráfico provoca la muerte prematura por
la mala calidad del aire de 400.000 ciudadanos europeos. No es para tomárselo a
broma.
Políticos irresponsables
¿Quién puede remediarlo? Desde
luego, no los políticos irresponsables o ignorantes, o las dos cosas a la vez,
que niegan o restan importante a la realidad del cambio climático. El más
“irritante” de todos ellos, como ha dicho Teresa Ribera, directora del
Instituto para el Desarrollo Sostenible, es el presidente Estados Unidos,
Donald Trump. Estas navidades se tomaba a chirigota este gravísimo problema y
decía en uno de sus enloquecidos tuits que “quizá le vendría bien (a su país)
un poco de calentamiento global”. Y se enorgullecía de haber sacado a Estados
Unidos de los Acuerdos de Paris, firmados por la inmensa mayoría de los países
del mundo, para hacer frente a las consecuencias del CC.
Hace unos días, el premiado actor
Robert de Niro decía en la Cumbre Mundial del Gobierno 2018 celebrada en Dubai,
que esa retirada de su país era “un caso de locura temporal”, que se
solucionaría echando a Trump. Un personaje que no le gusta nada al actor, al
que definió en un video como un individuo “ciegamente estúpido, cretino, un
perro, un cerdo".
Hace diez años, otro político
irresponsable, éste más cercano, Mariano Rajoy, bromeaba con el CC porque un
primo suyo, catedrático de Física de la Universidad de Sevilla, le había
contado esta anécdota: “He traído aquí a diez de los más importantes
científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en
Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300
años?”. Rajoy concluía que, de acuerdo con su primo, el CC no era una
prioridad, que no podía “ser considerado como un asunto capital”, ni deberíamos
convertirlo “en el problema mundial”.
Cuatro años después de ese chusco
argumento, Rajoy llegaba al Gobierno de España. Con esa mentalidad, no es
extraño que estemos en el pelotón de los retrasados en la lucha contra el CC. Ahora
anuncia una ley del Cambio Climático que veremos qué nos depara, conociendo sus
antecedentes. Esperemos que su primo no esté entre quienes la están redactando.
Fue precisamente en el primer
gobierno de Rajoy cuando el ministro José Manuel Soria recortó las ayudas a las
energías renovables y España pasó de ser pionero y ejemplo para el mundo
–empresas españolas instalaban parques gigantescos de energía solar en Estados
Unidos- a ser un país atrasado. Con el doble de horas de sol que Alemania, éste
país tiene ocho veces más energía fotovoltaica instalada que España. También
nos superan países del norte europeo, como Reino Unido, Francia y Holanda.
¿Qué hacer?
La principal responsabilidad
corresponde a los gobiernos. Ellos deben tomar las medidas adecuadas para
cumplir con los acuerdos sellados en París en 2015 encaminados a combatir el
calentamiento global producido por el cambio climático.
Todos los gobiernos, nacionales,
regionales o locales, deben sumarse a esa batalla. A nivel regional, la
Comunidad de Castilla-La Mancha es una de las cuatro comunidades que han
reducido en un 2% la emisión de gases de efecto invernadero en el periodo
1990-2015, o sea en 25 años.
A nivel local, destacaría el
anuncio hecho por el alcalde Julián Nieva (PSOE) de convertir a Manzanares en un
“mar de plantas fotovoltaicas”, que podría, además de ayudar a la lucha contra
el CC, crear hasta 50 nuevos empleos. Una esperanza que debería hacerse
realidad este año.
Todo lo que el medio ambiente puede hacer por ti
A nivel individual, también se
pueden hacer cosas. Amén de economizar agua y energía, de reciclar, de
sustituir el plástico de nuestras vidas y de respetar y cuidar la naturaleza,
entre otras muchas cosas, algunas personas dedican buena parte de su tiempo a
promover el conocimiento sobre el problema que ya tenemos en el salón de
nuestras casas.
Me gustaría recordar en este
punto a quienes crearon el Foro Ciudadano Agenda 21, entre ellos dos personas
que hace años fundaron en Manzanares un boletín informativo, Ecoaula, dedicado
al medio ambiente, la naturaleza y la divulgación científica. Uno de ellos, Julian
Gomez-Cambronero, presenta en unos días su libro “Todo lo que el medio ambiente
puede hacer por ti”. Gomez-Cambronero está muy involucrado en los temas
medioambientales y durante seis años (2011-2017) ha formado parte del Consejo
de Greenpeace España. Si pueden, acudan a la presentación de ese libro el
viernes 23 de febrero en la Librería La Pecera.
Otro comprometido activista es el
profesor del Instituto Azuer de Manzanares, José Luis Olmo. Doctor en Biología,
ha creado el Club de la Ciencia en el que sus alumnos colaboran voluntariamente
en proyectos científicos que, como ha sucedido ya, reciben prestigiosos
premios, como los tres galardones conquistados en el certamen internacional
Ciencia en Acción, celebrado el pasado mes de octubre en Ermua. Uno de ellos,
una incubadora de huevos de polluelos, construida con piezas elaboradas con una
impresora 3D y materiales reciclados.
Debate en la Escuela de Ciudadanos
La Escuela de Ciudadanos de
Manzanares ha querido sumarse a este cada día mayor batallón de personas
comprometidas con el medio ambiente y ha incluido en su X Curso un debate entre
dos especialistas en el tema: Teresa Ribera y Javier Sampedro. La primera,
directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y Relaciones
Internacionales y ex Secretaria de Estado de Cambio Climático, y el segundo,
doctor en Genética y Biología Molecular, y periodista especializado en temas
científicos.
Creemos que es importante
informarse debidamente de una amenaza que es muy real. Una amenaza cercana. No
crean que esas cosas suceden allá lejos, en Sudáfrica.
Al otro lado del Estrecho de
Gibraltar, a 14 kilómetros de Tarifa, en Marruecos, llevan meses registrándose
lo que han bautizado como “manifestaciones de la sed”. Una década seca esta
dejando sin agua al país vecino. La gente se ha echado a las calles pidiendo
agua. Ha habido una veintena de detenidos. Ocho manifestantes están
encarcelados. El rey Mohamed VI, que es también el jefe supremo religioso, ha
ordenado el rezo en todas las mezquitas del país para atraer el agua. Como se
ha hecho y se está haciendo en tantos pueblos de España.
Lo que los rezos no pudieron
impedir fue la muerte de 15 mujeres en Sidi Bulaalam, un pueblo al sur de
Rabat, pisoteadas por una multitud hambrienta que intentaba recoger un poco de
comida que se repartía gratuitamente. Comida que escaseaba porque no había
agua. Agua inexistente por los efectos del cambio climático. Una cruda
realidad.
(*) Román Orozco es
director-fundador de la Escuela de Ciudadanos
Saber más:
50 medidas para detener la contaminación
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