La calle San Isidro se resquebraja a menos de un mes de su reforma
Desde hace unos meses los vecinos
de Manzanares asisten con asombro a la aplicación del Plan extraordinario de
empleo de la Junta, que consiste en la eliminación de barreras arquitectónicas
mediante la nivelación sin aceras de un buen número de calles del centro y
casco viejo de la localidad. El asombro reside en el excesivo número de
empleados en esas faenas en relación con los resultados se sus trabajos. La
evidencia objetiva, e innegable dese todo punto de vista, es el deterioro
acelerado del entarugado de piedra a lo largo de toda la calle San Isidro, y
eso en base a la constatación de tal deterioro de numerosos tramos de esta
calle que ha sido la primera puesta en servicio hace un mes.
Los vecinos de Manzanares, que en
otros tiempos se dedicaban al entarugado de las calles, refieren con asombro la
ausencia del clásico pisón en el proceso de colocación de entarugado.
A un mes vista del uso rodado de
esta calle, los trabajos son calificados popularmente como de auténtica chapuza
visto su deterioro. Y la preocupación va en aumento ante el temor de que el
resto de calles, que han sido reformadas siguiendo las mismas técnicas, puedan
en breve mostrar el mismo deterioro.
Elaborar planes de empleo para
justificar inversiones dando ocupación a quienes más lo puedan necesitar no
justifica que los trabajos no se hagan bien. La inversión de los fondos
públicos ha de tener un objetivo social que no puede quedar empañado por una
gestión deficitaria, cuando no nefasta.
Jerónimo Romero-Nieva Lozano
Concejal Portavoz UPYD
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