El coleccionista y miembro del CIHEFE explicó la transición que vivió este deporte, que pasó de la tradición a la modernidad
Charla celebrada
en Casa Malpica
La sala polivalente de Casa
Malpica acogió el jueves, 20 de febrero, una nueva sesión del Aula Abierta de
la Universidad Popular en su cuarto ciclo de conferencias. Julio Jareño Pastor,
coleccionista e investigador sobre el mundo el fútbol, volvió a este foro de la
mano de la Asociación ‘El Zaque’ para hablar de los años en los que este
deporte pasó de la tradición a la modernidad.
Ante un buen número de asistentes que, como él se aficionaron al fútbol en esa década del pasado siglo, Julio Jareño ofreció la conferencia titulada ‘El fútbol en los 70. Tradición y modernidad’, en la que habló de los muchos avances que ayudaron a que este deporte pasara del blanco y negro al color, y no solo por las retransmisiones televisivas. Se sentaron las bases del fútbol actual y, algunos equipos a los que el régimen franquista prohibió nombres anglosajones, recuperaron su denominación.
Investigador y miembro del CIHEFE
(Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español),
Jareño recordó que en esa década se implementaron las tarjetas -blanca y roja-,
las sustituciones y las designaciones arbitrales se hicieron por sorteo para
evitar favoritismos o represalias. También se permitió la llegada de
entrenadores extranjeros y, en 1973, la contratación de dos futbolistas
extranjeros de cualquier nacionalidad, fueran o no internacionales.
Sin embargo, algunos equipos utilizaban la fórmula del jugador oriundo de España para tener más extranjeros, con escándalos de jugadores sudamericanos que falsificaban su documentación para jugar en nuestro país como si fueran españoles. “Mi abuelo nació en Celta de Vigo”, llegó declarar uno de ellos, contó Jareño.
En materia de marketing, el
fichaje de Johan Cruyff por el Barça impulsó la publicidad en el fútbol, con
anuncios incluso en los marcadores para dar a conocer los resultados de otros
campos, ya que todos los partidos se jugaban los domingos por la tarde y a
ellos se acudía vestido de forma elegante.
Eran años en los que el público
no tenía cómodos asientos y alquilaba las almohadillas que luego lanzaban al
árbitro si no estaban conformes con su labor. Y es que, fue una época de
violencia, sobre todo en el juego, con defensas muy duras que hacían que muchos
futbolistas se tuvieran que retirar pronto debido a las lesiones y a una peor
preparación que la que tienen hoy día.
Entre las anécdotas que contó Jareño en la conferencia están la referida al motivo por el que los árbitros, que entonces vestían completamente de negro, empezaron a ser denominados con sus dos apellidos. Y es que muchos aprovechaban cuando pitaba Ángel Franco Martínez para, con el dictador aún vivo, proferir insultos y proclamas contra Franco, incluidos los medios de comunicación: ‘Mala actuación de Franco’ o ‘Franco perjudica al Español’, titularon algunos periódicos.
Tras la muerte del dictador, los
cambios también llegaron al fútbol y, con la democracia, hubo jugadores que no
ocultaron sus ideologías políticas, explicó el ponente.
Deportivamente, en esos años 70,
los equipos españoles no brillaron en la Copa de Europa, dominada por el Ajax y
el Bayern de Múnich. En la competición española, el Real Madrid ganó seis
ligas, el Atlético de Madrid tres, el Barça una y el Valencia otra. La
selección española solo se clasificó para el Mundial del 78 en Argentina tras
la conocida como batalla de Belgrado.
Julio Jareño rememoró así una época muy distinta a la actual, con la que el ponente dijo estar desencantado “porque el fútbol ha dejado de ser del aficionado”.
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