Toda la corporación votó a favor de esta iniciativa que pretende facilitar el acceso a la vivienda y fijar población
El pleno del Ayuntamiento de
Manzanares, en la sesión ordinaria del mes de octubre celebrada en la tarde del
lunes, aprobó por unanimidad el Plan Estratégico Municipal de Vivienda que, con
seis objetivos y quince acciones, pretende facilitar el acceso a la vivienda
mediante la enajenación de viviendas y parcelas municipales, ayudas directas y
bonificaciones, la rehabilitación del casco histórico y la creación de una
Oficina Municipal de la Vivienda.
Para José María Molina-Prados,
concejal no adscrito, se trata de un plan “ambicioso y positivo”, y pidió que
se cuente con él para su desarrollo. El Grupo Popular dijo que es un plan
mejorable y, aunque inicialmente pidió que quedara sobre la mesa para incluir
sus aportaciones, finalmente lo apoyó por estar de acuerdo con el fondo de la
medida e incluir propuestas de su programa.
Pablo Camacho, portavoz del Grupo Socialista, expuso que los populares no habían presentado ni una enmienda o alegación a un plan “integral, ambicioso, riguroso y responsable con la ciudadanía”, que calificó como una “herramienta útil” para mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas.
Fue uno de los pocos asuntos
aprobados por unanimidad en este pleno al que llegaron dos mociones del Grupo
Popular que fueron rechazadas por la mayoría del equipo de gobierno. La
primera, apoyada también por el concejal no adscrito, pedía instar a la Junta
para que sufrague el 30% que la Diputación pide para completar su plan de
mejora de redes de agua en ayuntamientos. Según el grupo socialista, esta
moción, es “extemporánea y oportunista”, además de defender los intereses del
gobierno del PP en la Diputación y no los de los vecinos de Manzanares.
Similar debate y resultado hubo
en la otra moción del PP que pedía bonificaciones del 50% en la tasa de basuras
para comercios, restaurantes y talleres pequeños. Según el PSOE, se pretendía
así ocultar que la Diputación va a subir 10 euros por habitante y año la tasa
del RSU a los ayuntamientos.
El debate volvió a reproducirse en las mociones que presentó el Grupo Socialista y que salieron adelante con sus votos a favor. La primera pretende evitar que suba el recibo de la basura como consecuencia de la aplicación de la directiva europea por la que se pone una tasa por el vertedero del RSU. Los socialistas piden que, como se ha hecho en 2023, siga pagándola la Diputación gracias a sus saneadas cuentas y a que es la responsable del Consorcio RSU. Los populares dicen que es un impuesto “creado por Pedro Sánchez” y que no debe pagarlo la Diputación ya que el Ayuntamiento de Manzanares “se lo puede permitir”, según Sánchez-Maroto.
El portavoz socialista, Pablo
Camacho, mostró su “preocupación” ante la reiterada defensa que la portavoz del
Grupo Popular hizo de los intereses de la Diputación de Ciudad Real en lugar de
defender, como concejala, los intereses municipales y que este consistorio se
ahorre 180.000 euros.
El Grupo Popular también defendió la gestión del nuevo gobierno de la Diputación en el debate de la moción socialista para el mantenimiento de los Puntos de Inclusión
Digital que han tenido que cerrarse tras finalizar los contratos de los dinamizadores. Rebeca Sánchez-Maroto anunció que un nuevo programa de la institución provincial dará continuidad y mejorará este servicio, “fundamental” para romper la brecha digital y “muy demandado” según los socialistas, que dijeron no tener aún conocimiento del proyecto aludido por la portavoz del PP. “A los Ayuntamientos no nos han dado esa información, hay un problema de lealtad institucional”, según Camacho.
El pleno, no exento de
interrupciones desde la bancada popular y llamadas al orden por parte de la
alcaldía, se prolongó durante cuatro horas y media. Una hora antes de
finalizar, y después de haber anunciado que su postura en el resto de puntos
iba a ser la abstención alegando no encontrarse “en condiciones”, el concejal
José María Molina se ausentó de la sesión. Previamente, a propuesta del
alcalde, se había hecho un receso de cinco minutos al confundir el edil no
adscrito los extremos que se trataban.