La 40º edición del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo
Lazarillo, nos ofrece esta noche una de las grandes obras de teatro de todos
los tiempos, “La Casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca.
Si el teatro es drama y el drama es belleza, Irina
Kouberskaya y Hugo Pérez han conseguido en esta insólita Bernarda cumbres de
belleza turbadora. Han conseguido extraer la hermosura de esa tragedia sombría
con exquisita sensibilidad. Bernarda con ramalazos de sarcasmo en una procesión
de fantasmas: el Lorca soñado y acaso temido por luminoso y a la vez, oscuro.
Músicas e imágenes que nos retrotraen a la España profunda, la misma en la que
sucedieron estos hechos que, desde una gran imaginación y una sólida
dramaturgia, recrean un grupo de magníficas actrices moviéndose brillantemente
entre sugerentes simbologías que llevan al espectador a paisajes inesperados de
la mano de Lorca.
“En este enjambre de almas lorquianas, todos los personajes
a pesar de su calvario se sostienen por un lenguaje intimista y potente, que
les redime a todos bajo el encaje del imaginero de Lorca.”
Irina Kouberskaya
“Sin este reparto hubiera sido imposible esta función, cada
una de nuestras actrices enciende su llama y expone su temperamento consciente
en favor de la poesía última. Cada vez que se representa La casa de Bernarda
Alba ocurre el mismo milagro, la obra se sujeta en sí misma, el texto fluye,
funciona se sujeta en el aire y nos tiene en vilo como si no conociéramos la
obra, eterna en el repertorio. Pero qué hay bajo esa aparente fluidez, bajo ese
naturalismo costumbrista que parece, que lo sientes y masticas a la vez, creo
que es un mismo, exacto, finísimo e infinito intento de Federico, una
aglomeración de negro que ilumina para intuir la color verdadera de la tez del
sino”
Hugo Pérez
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