Quizás para munchos el nombre de Tere Pines no signifique
nada, pero para otros muchos su nombre nos lleva a recordar muchas etapas de
nuestras vidas en la que ha estado presente. Un cuaderno de dos rayas, un
borra, unos lapiceros cedro, un saca y un boli bic de punta normal, esas eran mis
compras más habituales de la infancia; después con el paso del tiempo mis necesidades
fueron otras, carretes Affa, coleccionables, libros, revistas, y un rato de
amena charla con Tere Pines.
Desde aquí quiero enviar un abrazo a toda su familia y muy
especialmente a su hermano Manuel Díaz-Pinés Fernández-Prieto, al que he
conocido hace poco, y que me parece que como a su hermana lo llevo conociendo
toda una vida.
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