Plutón enamorado
«Es el mayor de una gran familia
de cuerpos helados que orbitan en torno al Sol; su área con forma de corazón se
bautizó por los científicos como 'Región de Tombaugh' en honor al descubridor
del planeta»
Muchos recordarán las imágenes
que enviaron las sondas espaciales Voyager 1 y 2 durante el «Gran Tour» por el
Sistema Solar. Mi recuerdo es de cómo fueron coincidiendo los envíos de los
«viajeros» a través de los años con mis estudios y la progresión de mi carrera
científica. Primero, Júpiter (1975) y los volcanes de Ío, cuando estaba en el
Bachillerato; en realidad aquello no lo viví exactamente, pero lo seguí después
en la serie Cosmos de Carl Sagan, además de las imágenes de la superficie
azufrosa que aparecerían de manera prominente en la película «2010: Odisea
dos».
Luego Saturno (1981), en mi época
de la carrera en Madrid. En las vacaciones de verano, vi las imágenes en blanco
y negro en una televisión en la cantina que había entonces en la estación de la
Renfe en Manzanares, asombrándome de que las imágenes se iban rellenando en la
pantalla de arriba abajo hasta completar el orbe del nuevo planeta… la NASA
estaba utilizando una tecnología completamente revolucionaria (en aquel
entonces, claro) de convertir imágenes en ondas electromagnéticas y enviarlas a
través del espacio.
Algunos años después, Urano
(1986), cuando estaba a punto de acabar mi tesis doctoral en Madrid; vi las
imágenes en el periódico a todo color enviadas por Vayager-2. Después, Neptuno
(1989), en mi Postdoctoral en EEUU, leyendo el suplemento especial del domingo
del periódico «Hartford Courant» de Connecticut una tarde de verano, con las
imágenes impresionantes del «otro» planeta azul. Y ahora Plutón (2015) también
en verano, siguiéndolo en mi portátil en el Lago Powell entre los estados de
Arizona y Utah, con gran expectación.
La sonda espacial New Horizons
viene a cumplir lo que las dos Voyagers no pudieron. Y es que Plutón es del
tamaño de una aceituna a la escala que diseñé en 2010 para el «Paseo del
Sistema Solar» del Parque del Polígono de Manzanares (Ciudad Real):
http://www.manzanares.es/paseo-sistema-solar. Para ver el planeta real, la NASA
no tuvo más remedio que mandar una sonda a propósito. Más allá de 30 veces la
distancia que separa a la Tierra del Sol, un mundo frío, helado y recibiendo la
luz de nuestra estrella local con una milésima parte de su potencia, Plutón es
el mayor de una gran familia de pequeños cuerpos helados que orbitan en torno
al Sol en la zona que se conoce con el nombre de Cinturón de Kuiper.
New Horizons comenzó su viaje
hace 9 años y medio y se aproximó a su objetivo a una velocidad de 14 Km. por
segundo el 14 de julio de este 2015. La superficie de nitrógeno y metano
congelados parece sostenerse sobre una corteza de hielo, que es mucho más
fuerte. Las primeras imágenes revelaron espectaculares detalles de la
superficie, como la existencia de montañas y desiertos helados y una gigantesca
formación en el polo Sur con forma de corazón. Plutón tiene un diámetro de
2.370 kilómetros, un poco mayor de lo que se estimaba previamente desde La
Tierra y definitivamente es mas grande que Eris.
La noticia inmediata de aquellos
días de julio fue que las montañas de hielo que se elevan unos 3.500 metros,
eran de «solo» 100 millones años (jóvenes en relación con la edad del sistema
solar de 4.500 millones de años) y que posiblemente se siguen formando en la
actualidad. En otras palabras, es posible que el planeta esté activo
geológicamente. La ausencia de cráteres de impacto (y esa fue la segunda
sorpresa) significa que algún proceso geológico debe ocurrir en la superficie
para borrar los impactos de meteoritos. Se pensaba que al estar en el cinturón
de Kuiper estaría constantemente bombardeado. Lejos de ser un mundo helado y
muerto, Plutón ha demostrado ser un mundo bastante activo.
El área con forma de corazón se
bautizó por los científicos de la NASA como «Región de Tombaugh», en honor al
descubridor de Plutón, Clyde Tombaugh. Dentro de ella se haya una zona de
planicie que tiene el aspecto de una enorme acumulación de fango y recibió el
nombre de «Planicie Spútnik», en honor al primer satélite artificial terrestre…
Parece un lago helado, ¡pero un lago de monóxido de carbono, no de agua! Los
científicos han formulado varias posibles explicaciones para la existencia de
esta orografía tan singular como inesperada. Por un lado podría haberse formado
a causa de la contracción de la corteza de Plutón. Otra hipótesis sería que las
lunas afectaran la superficie (como nuestra Luna lo hace en las mareas de La
Tierra). Sin embargo, las lunas de Plutón son demasiado pequeñas.
Quizás haya otra posibilidad. La
órbita de Plutón es muy excéntrica, y en su perihelio está más cerca al Sol que
Neptuno (si bien Plutón gira alrededor del Sol con una inclinación diferente al
gigante gaseoso y no pueden encontrarse). La temperatura media de Plutón es de
-223 ºC en «verano» y de -236 ºC en «invierno». De esta manera, el relieve de
la superficie se remodelaría con cada periodo orbital alrededor del Sol (248
años terrestres), borrando los cráteres de impacto que se supone deberían
haberse formando al colisionar con otros cuerpos del Cinturón de Kuiper.
Superado Plutón, New Horizons irá
al encuentro de otros objetos del Cinturón de Kuiper, el primero de ellos en
2019 y tratará de obtener toda la información que pueda sobre el origen de
nuestro Sistema Solar. Luego, mucho mas adelante, llegará a cruzar la
Heliosfera como hicieron las Voyager y escapará del reino del Sol. Para
transmitir los datos que tomó durante su acercamiento del martes 14 de Julio
New Horizons tardará alrededor de 16 meses. Ello no se debe a que la NASA
quiera mantener a los espectadores en vilo como un serial de verano, sino a que
la velocidad de transmisión de 4 kilobytes por segundo es equivalente a un
módem de teléfono antiguo y las imágenes y datos llegan a La Tierra con
cuentagotas…. Todavía falta muchas imágenes y datos por recibir y analizar.
¿Qué sorpresas nos deparará? ¿Mas lunas? ¿Anillos? ¿Erupciones de agua
congelada en criovolcanes?
Esta es la historia (que podría
cambiar a lo largo de 2015 y 2016) que muestra que al encontrar por primera vez
lo desconocido, la realidad es mas impresionante de lo que se preveía… una
verdadera recompensa de la investigación y la exploración científica. Y una
cosa mas… en relación a la nave espacial New Horizons, la estrella de la obra:
todo esto ha sido posible gracias a una máquina. Lo cual va en contra de las
películas e historias de un futuro distópico de la humanidad con la amenaza
constante de la extinción humana y con máquinas esclavizantes. La New Horizons
como las Voyager que yo admiraba en mi adolescencia, nos hablan de optimismo,
son mensajeros que nos enseñan las grandes cosas que los seres humanos pueden
lograr. Afortunadamente, queda tanto por descubrir…
Julián Gómez-Cambronero
Ya que no tenemos la suerte de seguir a C. Sagan , Tenemos el orgullo de seguir a tan ilustre paisano con estos comentarios y estas lecciones de Astro-física , el pueblo de Manzanares te lo agradece y te anima a seguir publicando estas crónicas y enseñanzas.
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