Fuimos muy buenos amigos en la adolescencia, hablábamos mucho, paseábamos y soñábamos con nuestras ilusiones de futuro. MI temprana marcha de Manzanares, me impidió seguir disfrutando de su amistad y rara vez, en mis viajes a nuestra tierra, tuve ocasión de saludarle y conversar sobre nuestras vidas. Siempre supe de su enorme actividad cultural, de su entrega a la juventud en JACE, siempre supe de su bondad y humilde corazón, siempre supe que me fue regalado un ángel pero que nunca pude volar con él, porque yo me alejé de su protección.
Manuel Díaz-Pinés Fernández-Prieto “Galmango”
¡Gracias, José Antonio, ya sé que era muy amigo tuyo!. ...Cualquier homenaje en su recuerdo es poco si se compara con todo lo que él ofreció a Manzanares.
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