Inicialmente, el embargo es por 1.262.867 euros
El Ayuntamiento de Manzanares ha iniciado en vía de apremio
el procedimiento de embargo al Ayuntamiento de Membrilla por la deuda que este
municipio tiene con la empresa que gestiona el servicio municipal de aguas de
Manzanares, del que es usuario. Inicialmente, es por importe de 1.262.000
euros, aunque el total se aproxima a los dos millones.
El alcalde de Manzanares dio a conocer este embargo en la sesión plenaria de abril. Dijo que, de esta forma, se ejecuta la sentencia que obliga al Ayuntamiento de Manzanares a iniciar esta vía de apremio ya que las empresas no pueden embargar a las administraciones.
El Ayuntamiento de Membrilla es cliente del servicio municipal
de aguas de Manzanares que gestiona Acciona Agua, empresa a la que dejó de
abonar los importes por el consumo de agua del municipio y a la que adeuda
1.868.042 euros, según expuso Julián Nieva. Inicialmente, el embargo es por
1.262.867 euros, a lo que hay que sumar los recargos que conlleva la vía de
apremio.
Nieva responsabilizó de esta situación al alcalde de
Membrilla, Manuel Borja, no a los vecinos del municipio, que sí pagan el recibo
de agua a su ayuntamiento. “Mientras tanto, respeto al pueblo de Membrilla, no
a las decisiones de su alcalde en este asunto”, afirmó.
El alcalde manzanareño explicó que el convenio con
Manzanares al que alude Borja para mantener su postura, “no existe”. Según
Nieva, dejó de tener vigor cuando se aprobó la correspondiente ordenanza fiscal
reguladora del precio del agua, recurrida sin éxito por Membrilla ya que el
Supremo sentenció a favor del Ayuntamiento de Manzanares.
Dos nuevas plantas fotovoltaicas
En el informe de alcaldía expuesto al pleno, además de este asunto, Julián Nieva dio a conocer la aprobación en Junta de Gobierno Local de licencias de obra para la construcción de dos nuevas plantas de energía solar fotovoltaica en el término de Manzanares, la sexta y séptima que utilizarán el nudo 400. Una tendrá 39,97 megavatios de potencia y una inversión de 20,7 millones de euros y otra alcanzará 41,7 megavatios con una inversión de más de 21 millones de euros.
El pleno adapta el impuesto de plusvalías. Baja la carga
impositiva y seguirán exentos quienes vendan con pérdidas
El pleno del Ayuntamiento de Manzanares, que volvió a
abrirse al público, adaptó el impuesto de plusvalías a la nueva legislación. La
carga impositiva por este concepto bajará en Manzanares, donde quienes no
obtengan ganancias al vender una vivienda de su propiedad seguirán sin la
obligación de pagarlo.
Esta modificación de la ordenanza fiscal reguladora del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana se hace para adaptarla y adecuarla al Real Decreto-Ley que se aprobó tras la sentencia del Tribunal Constitucional que afectaba a este impuesto. Por ello, fue aprobada por los Grupos del PSOE y del PP. La concejala de UCIN, Pilar Maeso, votó en contra al entender que este impuesto es de aplicación voluntaria para los ayuntamientos y se podría haber aprovechado para reducir la carga fiscal.
Para el equipo de gobierno, no se puede caer en el discurso
populista de pedir que bajen los impuestos y por otro lado pedir ayudas para
todo el mundo. Según la portavoz socialista, Laura Carrillo, con esta modificación,
en Manzanares se recaudará menos por las plusvalías y, como ocurre desde 2015,
seguirán sin pagarlas quienes acrediten pérdida patrimonial en los casos de
venta, herencia o donación de inmuebles cuyo valor se hubiera reducido desde su
adquisición hasta su transmisión. “Con este cambio, este impuesto se hace más
justo y progresivo”, explicó.
En Manzanares se aplicarán coeficientes correctores y en caso de incremento del valor, el contribuyente podrá elegir la fórmula que le resulte más ventajosa, según la plusvalía real por la diferencia entre el precio de compra y el de venta, o según el número de años transcurridos desde la adquisición hasta la venta. “Es una norma más justa y una reducción de impuestos ya que no grava las transmisiones donde no haya plusvalía real”, añadió la portavoz socialista.
Aunque con poca asistencia, a este pleno del mes de abril ya
pudo entrar público. No ocurría desde la sesión de febrero de 2020. De momento,
y por prudencia, se limita el aforo del salón de plenos al 50% debido a sus
dimensiones y es obligatorio el uso de mascarilla, salvo cuando se está en el
uso de la palabra.
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