lunes, 23 de mayo de 2022

Álvarez Junco y Jesús Ceberio clausuraron el XIV Curso de la Escuela de Ciudadanía con un diálogo sobre el “pasado sucio” de España, el auge de los populismos y el lenguaje del odio y la mentira

 "La democracia requiere una ciudadanía formada”

La democracia se basa en dos creencias muy ingenuas: la fe en el pueblo y la fe en el progreso” (Álvarez Junco)

El catedrático emérito José Álvarez Junco y el exdirector de El País, Jesús Ceberio, clausuraron el XIV Curso de la Escuela de Ciudadanía el pasado viernes 20 de mayo en un diálogo acerca del contenido del último libro del historiador, Qué hacer con un pasado sucio. Entre otros temas, además de repasar algunos de los episodios más oscuros de nuestra historia, los invitados también reflexionaron sobre la ola creciente de los populismos en Europa, sustentada en un discurso basado en el odio y la mentira.

El diálogo entre Ceberio y Álvarez Junco en la última sesión del curso de la Escuela de Ciudadanía partía con un análisis del exdirector de El País, sobre el auge del lenguaje del odio en la escena política y de cómo el relato de las llamadas fake news, utilizado de manera indiscriminada por parte de la extrema derecha, pone en riesgo la salud de la democracia.


“El lenguaje de las noticias falsas, del odio, la mentira (...) la dificultad creciente de distinguir lo que son hechos ciertos y comprobados de las «realidades alternativas» o las fake news; la extrema derecha está ocupando posiciones de ventaja respecto de posiciones políticas más moderadas”, señaló el periodista.

Un mal que, tal y como aclaró Jesús Ceberio, no es único de España, sino que tuvo su origen en esta última ola en las elecciones estadounidenses de 2016, cuando la manipulación de la verdad por parte de Trump le hizo en gran medida ganar las elecciones.

Esto sucede, según el catedrático emérito, porque “la democracia actual se basa en dos grandes ingenuidades; una, la fe en el pueblo”. Para Álvarez Junco, “el pueblo no es instintivamente sabio y justo. La gente necesita tener un cierto nivel de educación, de debate público”. El historiador apuntó que “Rousseau no podría imaginar la existencia de redes sociales, que son manipulables y en las que las fake news cumplen su efecto”.

En cuanto a la segunda ingenuidad en la que se basa la democracia, el historiador destacó la creencia en progreso, en que “el mundo cada vez será mejor”. Un aspecto que, para Álvarez Junco se ha dado en repetidas ocasiones a lo largo de la historia, “como sucedió a partir del año 91, cuando se derrumbó la URSS y parecía que se había terminado la guerra fría (…) «es el fin de la historia», que dijo Francis Fukuyama”.


Estas dos creencias, según el historiador, dejan de lado la cuestión más importante para que una democracia esté realmente basada en la verdad y el diálogo: la educación. “La democracia requiere una ciudadanía formada (…) Enseñemos la democracia en la escuela, enseñemos a nuestros niños a debatir…”.

Populismos, redes sociales y fake news

En esta batalla por la información, las redes sociales juegan un papel muy importante. Un nuevo ‘medio de comunicación' del que se sirven los populismos actuales para fabricar su verdad y que resultan el caldo de cultivo perfecto para difundir noticias falsas. Para


Ceberio, esta ocupación del espacio público por parte de la extrema derecha nos lleva a una sociedad en la que el eje del debate son los propios hechos: “Estamos hoy en una civilización en la cual la difusión de hechos ciertos está sometida a una discusión permanente, que convierte lo que antes era un debate sobre las opiniones, en un debate sobre los hechos”.

Sobre populismos, un tema que Álvarez Junco también ha estudiado en profundidad a lo largo de su carrera, los invitados establecieron un paralelismo entre Lerroux, líder de la derecha republicana española de los años 30, y Marine Le Pen, ambas figuras populistas. Para el historiador, son tres los rasgos que definen los populismos: “un discurso maniqueo, simplón, basado en buenos y malos, el pueblo y antipueblo, con un tono absolutamente demagógico; la movilización extrainstitucional y de manera emocional; y la presencia de un líder carismático, que se presenta como redentor de un pueblo”.

Qué hacer con un pasado sucio

Con respecto a su nueva, Qué hacer con un pasado sucio, el profesor reflexiona sobre los hechos traumáticos en las sociedades humanas que han tenido lugar en el siglo XX, poniendo como ejemplos la guerra civil y posterior dictadura española, la Alemania de Hitler, el Chile de Pinochet, la Argentina de los generales, la Colombia de los últimos 60 años con las guerrillas, la Guatemala de los años 90, la Sudáfrica del Aparheid, o la Francia y la Italia de la II Guerra Mundial, que colaboraron con Hitler.


Para el historiador, existen múltiples formas de lidiar con este pasado. “Una de ellas es la que se hizo en Alemania, con juicios como los de Nuremberg y otros por tribunales alemanes; otra, es negar ese pasado, como los turcos con el genocidio armenio; y otra es edulcorar la verdad, como hacen los franceses o los italianos con la II Guerra Mundial”. En este sentido, según Álvarez Junco, “en España sí se han hecho muchas cosas materiales para hacer justicia, lo curioso es que no se han hecho en público”.

“Sobre esos pasados sucios hay que reflexionar”, insistió el catedrático, que volvió a incidir en la necesidad de una sociedad formada y que verdaderamente conozca su historia.

XIV Curso de la Escuela de Ciudadanía

En el XIV curso que se clausuró el 20 de mayo, han intervenido: la escritora y profesora de la UCM, Melani Penna Tosso, y el escritor Luisgé Martín; la directora del documental 'Nevenka', Maribel Sánchez-Maroto; el periodista de investigación Ernesto Ekaizer; y el catedrático emérito de Historia, José Álvarez Junco y el exdirector de El País, Jesús Ceberio.

La EC es una asociación sociocultural independiente que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Manzanares, la Diputación deCiudad Real, la Fundación Unicaja y la Cadena SER.


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