La veterana periodista, que ha cubierto 16 citas olímpicas, habló en la Escuela de Ciudadanía de la historia de la mujer en el deporte
Penúltima conferencia del XVI Curso
La periodista Paloma del Río,
jubilada el pasado año tras 38 años en RTVE en los que cubrió 16 Juegos
Olímpicos, habló el viernes en la Escuela de Ciudadanía de Manzanares de la
historia de la mujer en el deporte y de su invisibilidad en los medios de
comunicación. Con ejemplos y datos, no ocultó su indignación por el tratamiento
que la profesión periodística da a las deportistas.
Su voz nos ha acompañado en noticias y retransmisiones deportivas desde hace casi 40 años en Televisión Española. Y este 1 de marzo se escuchó en la Casa de Cultura de Manzanares en la penúltima conferencia del XVI Curso de la Escuela de Ciudadanía. Esa voz de tantas retransmisiones, especialmente de deporte femenino, sigue alzándose para denunciar en este tipo de actos el tratamiento que los medios de comunicación dan a las mujeres deportistas. “Yo he preparado esto porque me ha indignado mi profesión”, dijo Del Río en el preámbulo de su concurrida conferencia.
Por ello, a lo largo de su
trayectoria trabajó también para revertir la situación y, solo entre 2009 y
2012, la presencia del deporte femenino subió un 82% en TVE. Sin embargo, según
los datos de diferentes estudios que aportó en su ponencia, más del 90% del
contenido deportivo de los diarios sigue siendo de hombres mientras relegan a
las mujeres a ‘breves’. Por no hablar de los estereotipos con los que aparecen
en unos medios monopolizados por el fútbol y en los que más del 80% de quienes
informan son hombres, con aberrantes titulares machistas y sexistas de los que
Paloma del Río puso bastantes ejemplos. “Seguiré porque hay que remover la
conciencia a la gente”, apuntó.
Con anterioridad, Paloma del Río hizo un repaso a la historia de la mujer en el deporte, en el que los hombres llevan 2.100 años frente a los 173 que llevan ellas. El deporte femenino estaba excluido desde la Antigua Grecia, a cuyos Juegos no podían ni asistir como espectadoras. La cosa no cambió con la recuperación de los Juegos Olímpicos en 1896, y el barón Pierre de Coubertin solo aceptaba que la mujer participara “para coronar a los campeones”, pero no como deportistas.
La ponente explicó que en los
Juegos de Amberes de 1920 hubo una prohibición expresa para las mujeres. Así
surgió en 1921 la Federación Internacional Deportiva Femenina que organizó unos
juegos que fueron un éxito pero que siguieron con el menosprecio mediático. El
movimiento feminista en Estados Unidos hizo avanzar y poco a poco el deporte
femenino se fue incorporando a los Juegos Olímpicos. Su “gran valedor” fue el
español Juan Antonio Samaranch como presidente del COI entre 1980 y 2001.
“Prohibió que se incluyera dentro del programa olímpico cualquier especialidad
que no pudiera ser realizada por hombres y por mujeres”, añadió la periodista
madrileña.
Tras la ponencia, el acto se completó con la conversación que Paloma del Río mantuvo con la también periodista Irene Ruiz, vocal de igualdad de la Escuela de Ciudadanía, con la que habló del gran sacrificio que hacen todo deportista y su entorno con el sueño de ser olímpicos, de cómo siguen existiendo contratos con cláusulas antiembarazo que no permiten a las mujeres interrumpir su carrera deportiva para ser madres o cómo esto les perjudica en el ranking o clasificación para campeonatos.
También hablaron del ejemplo
deportivo y de principios de las jugadoras de la Selección Española de fútbol
tras ganar el mundial, reconocido internacionalmente. “La sociedad les tendrá
que reconocer todo lo que han hecho al destapar una olla que tenía comida
podrida”, dijo sobre el caso Rubiales.
Paloma del Río destacó la importancia de que todas las mujeres, en cualquier oficio, tengan algún referente mujer como ella tuvo a Ana Cristina Navarro y a Rosa María Calaf. Afortunadamente, en el deporte ya hay mujeres “que sirven de espejo y motor a las jóvenes para conseguir lo que quieran hacer en la vida”.
Referente LGTBI
Por último, antes de responder a
preguntas del público, Paloma del Río también habló de su compromiso con el
colectivo LGTBI. Admitió haber sufrido más discriminación por ser mujer -“tuve
la sensación de ser intrusa por estar en un terreno que no nos correspondía”,
afirmó-, que por ser lesbiana, “y la vida pasa tan rápido que no merece la pena
sufrir tanto”. “Si saber que yo lo soy le quita sufrimiento a alguien,
bienvenido sea”, añadió antes de reconocer que en el mundo del fútbol, las
mujeres han sido mucho más valientes que los hombres. “No hay quien se crea que
no hay homosexuales”, concluyó.
La de Paloma del Río fue la penúltima cita del XVI Curso de la Escuela de Ciudadanía, que terminará el próximo 12 de abril con una conferencia de la politóloga y periodista Estefanía Molina sobre el panorama político actual en un año cargado de citas electorales en todo el mundo.
Desde la Escuela de Ciudadanía se hizo un especial agradecimiento al Ayuntamiento de Manzanares, representado por las concejalas Prado Zúñiga y Laura Carrillo, por la aportación económica extraordinaria que hará posible finalizar este curso después de que la Diputación de Ciudad Real retirase el apoyo económico que prestaba a esta asociación que también cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja y de la Cadena Ser, y la colaboración de Bodegas Yuntero, Librería La Pecera y Onda Mancha FM.
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