Era un partido importante, vital,
para el conjunto manzanareño, ya que una derrota comprometía seriamente las
opciones de quedar entre los cuatro primeros de la clasificación. Y así lo
entendieron los jugadores entrenador por Carlos Rivas, que desde el principio
mostraron una gran concentración, sobre todo en defensa. Pero también se notaba
cierta ansiedad en ataque. Ambas cosas derivaron en un mal primer cuarto de
partido, con un juego poco vistoso. Tan sólo la gran defensa local estaba a la
altura del duelo.
El primer cuarto terminaba con el
pobre resultado de 8-7 para el CB Opticalia, lo que deja claro el gran trabajo
defensivo realizado, anulando a los mejores jugadores visitantes e impidiendo
que anotaran con facilidad. Pero también fue un mal cuarto en ataque, con muy
poco acierto.
En el segundo período del
partido, el juego por ambos conjuntos mejoró, lo que agradecieron los
espectadores que se dieron cita en el Pabellón Municipal de Manzanares.
Continuaba la buena defensa de Manzanares, mientras que en ataque conseguía
mejores situaciones de tiro con buenos movimientos de balón. El parcial de
21-15 a favor de los locales dejaba el marcador en 29-22 en el ecuador del
duelo y dejaba también mejores sensaciones en la grada local.
Pero el inicio del tercer cuarto
fue desastroso para el CB Manzanares. El conjunto alcarreño salía en tromba y
con un juego rápido e intensidad defensiva conseguía un parcial de 0-11 en sólo
dos minutos que daba la vuelta al partido. El entrenador local reaccionó rápido
y con un tiempo muerto solicitado rompía la dinámica visitante y lograba la
reacción de sus jugadores que devolvían el parcial (11-0) en los siguientes
cuatro minutos, con una defensa y un ritmo de juego espectacular. La ventaja
volvía a los siete a favor de los locales (40-33) y la sensación de que se
había superado un bache importante. El resultado de 45-35 al final del período
dejaba todo abierto.
El último cuarto fue un
intercambio de canastas, con mayor acierto manzanareño, que a falta de tres
minutos lograba la máxima ventaja (+12) y que parecía sentenciar el encuentro.
Pero tres errores en ataque unido a tres grandes acciones alcarreñas, ponía el
marcador de 60-50 con menos de treinta segundos por jugarse. El partido parecía
decantado, pero en juego estaba la diferencia (el CEBA ganó por cinco puntos en
la ida) que defina las posiciones al final de la liga. Un tiro libre anotado
por Juanga a falta de 7 segundos y el fallo en el ataque
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