La macrogranja estaría
situada a 2 Km. del Pozo de los Romeros que abastece de agua potable a
Manzanares, Membrilla y Herrera de la Mancha
Durante el pasado mes abril se
conoció por los medios de comunicación el proyecto de instalación de una
macrogranja porcina en el término municipal de Alcázar de San Juan, pero a una
distancia de apenas 25 km del núcleo urbano de Manzanares. En el pasado Pleno
Municipal, Asamblea Ciudadana de Manzanares ya planteó una pregunta al Equipo
de Gobierno para conocer su valoración ante este proyecto. La respuesta de
nuestro Alcalde, Julián Nieva, fue cuanto menos esquiva y preocupante al
afirmar que estos proyectos responden a la demanda de un mercado y que desde el
Ayuntamiento de Manzanares no se habían planteado hacer alegaciones.
Desde Asamblea Ciudadana de
Manzanares se han presentado alegaciones desfavorables a este proyecto. La
macrogranja pretende instalarse a apenas 2 km del pozo de Los Romeros que
abastece de agua potable a las poblaciones de Manzanares, Membrilla y Herrera
de la Mancha y a 7 km del Pozo de Perdiceras que abastece a Alcázar de San
Juan. Esta situación supone un riesgo evidente de contaminación por
filtraciones de purines de los pozos de abastecimiento de agua para consumo humano
y de un acuífero que ya se ha considerado zona vulnerable por contaminación de
nitratos desde hace muchos años. A este riesgo directo para el agua potable de
poblaciones afectadas hay que unir los efectos negativos por contaminación
atmosférica, olfativa y de los suelos que conllevan este tipo de ganadería
intensiva y otras deficiencias referidas al consumo de agua, almacenamiento y
transporte de los purines y depuración de las aguas utilizadas en el
mantenimiento y limpieza de las instalaciones.
Además de estos riesgos y
deficiencias del proyecto, desde Asamblea Ciudadana de Manzanares nos oponemos a la extensión de este modelo de
ganadería intensiva que ha proliferado en los últimos tres años en las provincias de
Guadalajara, Cuenca y Albacete y donde está siendo cuestionada con un creciente rechazo social y
la creación de plataformas ciudadanas y movilizaciones.
Estamos ante un modelo productivo industrial, contaminante y poco respetuoso
con el bienestar animal que está siendo
desmantelado en los países del norte de Europa y en otras Comunidades Autónomas como Cataluña y Aragón y
que ahora busca ubicaciones en lugares con legislaciones más laxas y donde incluso está
siendo apoyada con subvenciones públicas como es el caso de Castilla-La Mancha. Este modelo de ganadería no genera apenas
empleo al tratarse de una actividad
altamente mecanizada, ni riqueza local ya que responde a los intereses de las
grandes industrias cárnicas y mataderos
que controlan producciones y precios y dejan en manos de los ganaderos y en el
territorio la gestión y los riesgos de los residuos. Por último, este modelo de ganadería amenaza o compite directamente con
otro tipo de actividades económicas más sostenibles ambiental y socialmente la
ganadería extensiva, la agricultura ecológica o el turismo rural. Lejos de favorecer la fijación de población, de
diversificar la actividad económica y mejorar la calidad de vida de nuestro entorno rural, las
macrogranjas a medio plazo son un riesgo para nuestros pueblos y comarcas
No hay comentarios:
Publicar un comentario