La Escuela de Ciudadanos de Manzanares, ha puesto en marcha
el sistema de financiación popular llamado “crowdfunding”, para poder llevar
adelante los actos previstos del VII Curso de la Escuela, que comenzó el pasado
día 17 con el debate de “Los Nuevos Líderes” que fue presenciado por más de 800
personas, en el que intervinieron Alberto Garzón (Izquierda Unida), Borja
Sémper (Partido Popular), Beatriz Talegón (Psoe), Juan Carlos Monedero
(Podemos) e Irene Lozano (UPyD), siendo moderados por el periodista Jesús
Cintora.
Apoyos al crowdfunding,
de la Escuela de Ciudadanos.
El músico Miguel Ríos.
Llega el tiempo de
que sostengamos la Escuela de Ciudadanos con nuestros propios medios. Te invito
que participes en la campaña de crowdfunding a la que yo me sumo
La tarde en que llegué a Manzanares para dar mi charla en el
primer curso de la Escuela de Ciudadanos, y mientras intentaba ubicar la
dirección del pequeño y acogedor hotel que la organización me había reservado,
caí en la cuenta de que la iniciativa del periodista Román Orozco era una tarea
encomiable, habida cuenta de la falta de apuestas que hay en la comunidades
pequeñas para que los ciudadanos participen en actos que tengan que ver con su
desarrollo como tales.
El pueblo me resultó acogedor y me llevó de vuelta a mi
infancia en la vega de Granada. Recuerdo que mi charla versó, más o menos, según
recuerdo, en, precisamente, alabar y desarrollar la idea de Orozco de reunirnos
en un aula, en este caso la Biblioteca municipal, para intercambiar vivencias
sobre la importancia de sentirse ciudadano.
Sentirse ciudadano, compartimos, es asumir que formas parte
de un colectivo de seres libres, con derechos y obligaciones. Sentir que la
ciudad existe porque tú la habitas, la disfrutas y contribuyes a su
sostenimiento. Por lo tanto la ciudad debería ser la manifestación creativa de
sus habitantes y la representación de su dignidad y el respeto por el hábitat
en la que está ubicada. Nunca un lugar para la especulación y el
aprovechamiento de los recursos públicos por unos pocos desaprensivos.
Por la Escuela de Ciudadanos, que lidera Román Orozco, han
pasado muchas de las mentes más destacadas de nuestro tiempo, en muchos de los
campos del pensamiento, la cultura y la Bellas Artes.
Desafortunadamente, este
tipo de iniciativas choca, de forma inexplicable, con la incomprensión
interesada de parte de algunas instituciones públicas, que han suspendido la
modesta asignación con que dotaban esta estupenda iniciativa. Llega el tiempo
de que sostengamos la Escuela de Ciudadanos con nuestros propios medios. Te
invito que participes en la campaña de crowdfunding a la que yo me sumo.
El periodista Joaquín
Estefanía.
Esta Escuela está a
punto de ser decana en número de años de funcionamiento pleno. No dejen que
languidezca o muera. De ello también depende la calidad de nuestra democracia.
Ser ciudadano es ser triplemente ciudadano: ciudadano
político (poder elegir y poder ser elegido), ciudadano civil (poder ejercer las
libertades clásicas: expresión, reunión...), y ciudadano social (poder
disfrutar de los estándares económicos de vida de la época). Ello no se enseña,
pero se aprende. Se ejerce. Con iniciativas como la Escuela de Ciudadanos. En
un país en el que la mayor parte de las iniciativas públicas apenas duran o son
fruto de modas, esta Escuela está a punto de ser decana en número de años de
funcionamiento pleno. No dejen que languidezca o muera. De ello también depende
la calidad de nuestra democracia.
Manuel Pimentel,
escritor y exministro.
La democracia no se
hace tan sólo con el voto, se perfecciona con la participación social e
intelectual. Sin duda alguna, la Escuela de Ciudadanos contribuye a este
hermoso fin.
Vivimos tiempos de incertidumbres políticas, económicas y
sociales en los que no caben soluciones simples. Tenemos que avanzar en la
historia que nos toca construir alumbrados por la linterna de nuestra razón y
el empuje de nuestros ideales, a pesar de las incertidumbres que nos atenazan.
Por eso, es necesario que debatamos y que nos podamos reunir en foros libres y cualificados
para compartir ideas y propuestas. Tuve la ocasión de participar en la Escuela
de Ciudadanos y pude expresar con libertad y pasión mi particular punto de
vista y participar en el rico debate posterior. La democracia no se hace tan
sólo con el voto, se perfecciona con la participación social e intelectual. Sin
duda alguna, la Escuela de Ciudadanos contribuye a este hermoso fin.
Caballero Bonald,
escritor y Premio Cervantes.
Toda una lección de
democracia y convivencia que ha incentivado hasta hoy mismo mi gratitud y mi
solidaridad.
Cuando Román Orozco me invitó a intervenir en un ciclo de
conferencias de la Escuela de Ciudadanos, pensé que se trataba de una de esas
iniciativas, más fervorosas que eficientes, que suelen promover los organismos
culturales de turno. Pero cuando acudí a Manzanares mi impresión se modificó
radicalmente. Conservo un recuerdo muy positivo de mi paso por la Escuela y,
sobre todo, de su impecable orientación social y cultural. Un clima de auténtica
ciudadanía, donde cada cual manifestaba sus criterios respetuosa y libremente,
otorgaba a esos cursos una justificación plena y una oportunidad inmejorable.
Toda una lección de democracia y convivencia que ha incentivado hasta hoy mismo
mi gratitud y mi solidaridad.
La escritora y
periodista Nativel Preciado
Es de las mejores
ideas culturales que he visto. Merece la pena. Ojalá dure muchos años. Por
favor, colaboren con ella para mantener su independencia.
Cuando la Escuela de Ciudadanos me invitó a pasar por su
auditorio tuve la suerte de conocer a un público muy especial que me escuchó
con atención, me interrogó con destreza y me convenció de que les había dado un
par de ideas y, sobre todo, muchos ánimos. Es de las mejores ideas culturales
que he visto. Merece la pena. Ojalá dure muchos años. Por favor, colaboren con
ella para mantener su independencia.
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