“Sirva este manifiesto, para recordar a personas como Pedro
Zerolo y tantos anónimos, que durante toda su vida, se dedicaron a impulsar
cambios para que viviéramos en un país mejor”.
Hoy, aún podemos decir que nuestro país se encuentra a la
cabeza de los países que reconocen los derechos de lesbianas, gays,
transexuales y bisexuales (lgtb), y, en este proceso, las mujeres y hombres
socialistas hemos sido pieza clave para su impulso y desarrollo, especialmente
con nuestros Gobiernos.
Es un momento de reivindicar nuestro orgullo socialista por
haber contribuido decididamente junto a colectivos sociales de muy diversa
índole a ampliar derechos ciudadanos que parecen existieron anteriormente pero
que sin la decisión política clara y arriesgada en su momento de este partido
no hubieran podido realizarse.
La homosexualidad y con ella por desgracia la bisexualidad y
la transexualidad está aún castigada penalmente en cerca de 80 países e incluso
bajo pena de muerte en lugares como Sudán, Irán, Arabia Saudí o Yemen.
Vivimos en un contexto donde el radicalismo terrorista que
impera en zonas de Siria o Iraq ha acrecentado la persecución directa a la
población LGTB sin que aún se haya desplegado la presión internacional
necesaria para poner fin a prácticas feudales con ejecuciones esperpénticas
incluidas.
Junto a esto no podemos olvidar
en modo alguno la discriminación añadida que vive el colectivo transexual, tan
denostado en determinados países sufriendo un plus de rechazo y ataque que no
puede ser tolerado en ningún grado, sea tanto en nuestro llamado primer mundo
occidental ni en el resto del planeta.
En España debemos recordar los años de olvido y
discriminación. El proceso de normalización, impulsado por los gobiernos
socialistas en diferentes etapas, con la estimable ayuda de los colectivos
sociales y amplios sectores de la ciudadanía ha conllevado que nuestra país
fuera pionero en la aprobación de leyes de reconocimiento de derechos
ciudadanos, civiles y sociales. España fue y es un ejemplo innovador de defensa
de las libertades públicas y lo ha sido merced a ese esfuerzo colectivo en el
que este partido ha participado activamente como impulsor de los grandes
cambios que ha experimentado nuestra sociedad en las últimas décadas.
Ahora vivimos una nueva etapa de cambios que también han
llegado a nuestra Comunidad Autónoma. Unos cambios, una vez más, liderados por
el PSOE en estrecha colaboración ciudadana y que provocan una renovada
esperanza en cientos de miles de castellano manchegos que recientemente han
apostado por que lo que era un clamor social en las calles se sustancie en las
instituciones mediante programas, acciones y políticas de progreso a favor de
la mayoría. Si éramos más en las calles hemos conseguido ser más en el
Parlamento.
Unos anhelos de transformación que debemos defender para que
la sociedad vea cumplidas sus expectativas ya que aún persisten focos de
reacción. Tenemos una asignatura pendiente como sociedad y no es otra que la
IGUALDAD REAL que debe imperar en toda sociedad democrática.
CLM ha sido pionera
en la puesta de políticas de inclusión, hoy tenemos la extraordinaria
oportunidad de actuar con iniciativas contra la discriminación que persiste ya
que el mejor aval de nuestros valores consiste en la defensa de la igualdad de
derechos en lo que supone una defensa del mandato ciudadano expresado
recientemente.
Tras años de un gobierno insensible hacia las demandas
sociales, especialmente de colectivos como el nuestro, CLM necesita un aire
nuevo con políticas comprometidas con la mayoría que nos haga crecer como
Comunidad.
El silencio de los anteriores gobernantes ante ataques
específicos que hemos sufrido desde el colectivo lgtb, la carencia de medidas
concretas a favor de la igualdad, el olvido hacia las políticas de inclusión y
la aceptación de quienes nos gobernaban de un modelo social ultraconservador y
excluyente será sustituido por una nueva etapa donde el color vuelva a CLM.
Este manifiesto no debe ser solo una muestra de lo mucho que
queda por hacer, de lo ya construido y alcanzado sino un reconocimiento expreso
hacia tantos compañeros y ciudadanos, socialistas o no, que sufrieron en sus
carnes la incomprensión y lucharon activamente durante décadas por qué Castilla
La Mancha sea un espacio común de libertad y progreso.
Los socialistas de CLM, estamos hoy, más que nunca,
convencidos de nuestro compromiso ciudadano con una tierra como esta que vuelve
a tener una oportunidad histórica.
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