miércoles, 23 de diciembre de 2015

A vueltas con la legionela. Artículo de opinión de Francisco Agarrabeitia Ramírez.



Este domingo día 20 estuve bastantes horas en el Hospital, tuve un familiar directo en observación. Aunque ya estaba informado de la existencia del brote de legionela me quedé sorprendido al ver la situación del Hospital, estaban repletas de pacientes las dos salas de espera internas, las que están pasando por el pasillo de la derecha, los pacientes sin acompañantes, ni aunque no pudieran explicarse por sí mismos pues en tal caso los celadores le decían a los familiares que cuando entrase a la consulta del médico llamarían a algún familiar, pacientes sentados en sillas y situadas en el pasillo, pacientes repartidos por los distintos boxes de consulta, en total habría más de 50 pacientes, en la sala de espera de fuera, donde estábamos los familiares la situación era similar, los cerca de 30 asientos todos ocupados, mucha gente de pie, y mucha gente en la calle, por suerte, o por desgracia, el tiempo acompaña.


También quiero mencionar la labor del personal sanitario, era domingo y había mucho más personal que un día laborable, y todos con una actitud muy comprensiva, que hasta en algunos momentos había personas que se aprovechaban de esa actitud, pues nos decían que a observación sólo pasásemos un familiar por paciente y cuando entraban veías que con algunos pacientes había más de 3 ó 4. Casi todos estábamos en el Hospital por el mismo  motivo, comentábamos el estado de nuestros familiares y todos decíamos lo mismo, tiene fiebre, tos, se encuentra muy mal, etc, y todos estábamos informados sobre el brote de legionela, de cómo aparece, cómo se transmite, en qué casos puede ser muy grave (cuando ya existen otras enfermedades respiratorias, o una reciente cirugía, etc), todos sabíamos lo que se estaba haciendo, que se habían analizado todos los puntos posibles, que se habían cerrado fuentes públicas (aunque no era habitual el contagio a través de las fuentes y menos aún en diciembre), todos sabíamos que se estaba a la espera de que los laboratorios dijeran cual era el foco con exactitud, etc, todos estábamos informados, basta con abrir el móvil para tener información.


Es comprensible que todos queramos ponerle cara a este drama, cuando los humanos sufrimos una desgracia nos viene bien tener un culpable al que dirigir nuestra ira, y en este caso pues hay gente que quiere saber ya si la infección está en alguna fuente pública, para poder echarle la culpa al ayuntamiento, o, como es habitual, una fuente de refrigeración para echarle la culpa a esa empresa, porque existe normativa al respecto sobre limpieza y desinfección de los lugares susceptibles de albergar estas bacterias, por lo que en caso de ocurrir se deber a un incumplimiento de las normas. Necesitamos buscar ya a ese culpable, no somos capaces de entender que todo tiene su proceso, y de que no se puede poner a nadie en la diana sin tener todas las dudas confirmadas. Porque además no somos capaces de entender que la legionela es una enfermedad provocada o creada por nuestra comodidad, por el avance tecnológico, nuestra búsqueda de comodidad o bienestar está creando enfermedades nuevas que hace menos de un siglo no existían.


Lo que no es comprensible es que haya personas desaprensivas que intenten pescar en rio revuelto, y que además se lleven el aplauso o el agradecimiento o al menos la estima o consideración de los vecinos.  A partir del lunes por la tarde, supongo que preparando el Pleno del Ayuntamiento de ayer martes, hubo concejales que comenzaron a exigir información, a decir que los vecinos necesitaban información, a pedir a los responsables municipales que informen a los vecinos, hubo concejales que a través de los medios de comunicación y redes sociales convocaron una concentración para exigir información. Yo no necesito  que ningún político me dé información sobre el brote de legionela, yo lo que necesito y les pido a los políticos es que hagan bien su trabajo, que gestionen bien los medios públicos para erradicar este problema y para atender a los afectados, eso es lo que les pido, que hagan su trabajo, y a los que no gobiernan también les pido algo, que actúen buscando el bien común, buscando el bien de los ciudadanos, en lugar de buscar la erosión o descrédito de los que gobiernan. En caso de ser necesario ya habrá tiempo de rendir cuentas y pedir responsabilidades, pero ahora mismo no es el momento, ahora mismo el único objetivo que les debe de mover a todos los políticos es la solución de este problema.


Fdo: Francisco Agarrabeitia Ramírez.

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