martes, 18 de octubre de 2016

Una nueva promesa frente al cáncer: La Inmunoterapia Antitumoral, por el Dr. Julián Gómez-Cambronero



Dr. Julián Gómez-Cambronero - Facultad de Medicina de Ciudad Real

Con motivo del comienzo del nuevo año Académico, el pasado 13 de Septiembre el manzanareño Julián Gómez-Cambronero, Científico e investigador sobre la inflamación y el cáncer como Profesor Visitante en Harvard Medical School, Boston y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en Wright State University School of Medicine, Dayton, Ohio (EE.UU.), impartió una charla científica a los alumnos de la Facultad de Medicina de Ciudad Real, invitado por su Decano, el Dr. Juan Emilio Felíu. La Facultad de Medicina, creada en 2010, acaba de graduar a la primera promoción de médicos el pasado mes de Junio. La charla del Dr. Gómez-Cambronero versó, entre otros temas, sobre los avances logrados en la inmunoterapia contra el cáncer, de la que ofrecemos un resumen facilitado por el científico manzanareño. 


El avance en “inmunoterapia antitumoral” fueron el principal descubrimiento científico de 2013, según resaltaba la revista de investigación especializada Science. Y tres años después todavía sigue en el centro de las investigaciones. Sin embargo los avances para llevar los descubrimientos científicos al hospital, al paciente, hoy por hoy están limitados por las tecnologías actuales y su altísimo costo. A pesar de esto, el campo de la inmunoterapia continúa en auge, y podría ser práctico que algún día pueda ser utilizado en combinación con la radiación y la quimioterapia. 


La conexión entre el Sistema Inmune y el Cáncer, se halla al centro de la “Inmunoterapia anti-tumoral”. En una persona libre de enfermedad, existen mecanismos normales que regulan las células del organismo para asegurar que cada una de ellas realiza sólo la función que tiene asignada y sólo crece en el tejido u órgano hasta un límite pre-establecido. Pero las células cancerosas pueden activar estos mecanismos normales más allá de su función original. Son capaces de, por un lado, continuar viviendo y creciendo en el interior del cuerpo sin límites.

Dos linfocitos-T (en rojo) atacando a una célula cancerosa.
Por otro lado, son capaces de evitar la vigilancia y destrucción del Sistema Inmune. El Sistema Inmune (nuestras “defensas”) nos protege y ataca y destruye los patógenos (virus o bacterias), o nos defiende contra daños mecánicos o químicos. En principio, el Sistema Inmune también destruiría las células que crecen anormalmente, excepto que las células cancerosas “saben” cómo evitar esta detección (se dice que logran "evasión inmune") y continúan proliferando y haciendo daño.


Frente a esto, la Inmunoterapia es un tratamiento científico y médico cuyo objetivo es el de estimular el propio Sistema Inmune del paciente para contrarrestar las estrategias que utilizan las células cancerosas para persistir y crecer dentro el cuerpo. Entre varias opciones para estimular nuestras propias defensas, existen: la administración de sustancias mediadoras de la respuesta inmune (interleukina-2 o el interferón), la inmunoterapia basada en anticuerpos como el Rituximab para linfomas y el Herceptin (Trastuzumab). Este último está dirigido a una vía específica del cáncer de mama “HER2 positivo” y actúa liberando “el freno” que estas células han puesto en el Sistema Inmune haciéndolo fallar. 


También existen las inmunoterapias antitumorales basadas en células, la que ha recibido más atención es la que utiliza linfocitos T (ciertas células de la sangre). Estas células se toman del paciente y en el laboratorio los científicos modifican de forma manual ciertos mecanismos moleculares y genéticos para guiarlas a ciertos marcadores tumorales. Tras este procedimiento en el laboratorio, las células vuelven a ser inyectadas al mismo paciente para tratar de que ataquen al tumor de manera específica.

El poder de nuestro propio Sistema Inmune: Góbulos blancos que pueden ser “entrenados” para buscar y eliminar células cancerígenas.

La mayoría son ensayos clínicos, no disponibles hoy por hoy en hospitales. La razón del lento avance en todo esto es que el sistema inmune es tremendamente complicado y está muy regulado en el organismo: tocarlo produce un desequilibrio difícil de predecir, pudiendo de no ser suficientemente efectivo a que haya una respuesta interna muy fuerte y difícil de controlar. La esperanza, no obstante, es de que algún día nuestras propias defensas se puedan utilizar de manera eficaz y específica contra las células cancerosas que han tratado de evadirlas.

Dr. Julián Gómez-Cambronero

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