La plaza de la Constitución, el parterre del Río, la calle Miguel de Cervantes y la plaza del Gran Teatro fueron algunos de los escenarios de esta recreación histórica
Manzanares ha vivido un fin de
semana cargado de historia. El museo PlomHist de la localidad ha celebrado su
tercer aniversario con una recreación histórica, a cargo del grupo ‘Imperial
Service’, en la que se ha rememorado el final de la ‘belle epoque’ y la época
del modernismo y esplendor de principios del siglo XX. ‘Manzanares en la
encrucijada’ se ha dado cita en diversos escenarios, con la participación de
cerca de un centenar de personajes.
Nos situamos en 1909, cuando en todas las ciudades y pueblos de España se celebraban los sorteos de quintos para batallar en la guerra de Melilla. Una contienda que, como tantas otras, era cosa de pobres; por eso sólo eran llamados a filas aquellos jóvenes cuyas familias no podían pagar la exención. Así lo explicó José Miguel Alberte, el responsable de ‘Imperial Service’, el grupo con el que ha contado en esta ocasión el museo PlomHist para llevar a cabo la recreación histórica ‘Manzanares en la encrucijada’, con motivo de su tercer aniversario. “Eran tiempos de crispación, indignación y enfado”, sentimientos que reprodujeron a la perfección los personajes que se dieron cita en la plaza de la Constitución, tanto pertenecientes a la agrupación, como vecinos y vecinas de Manzanares que no dudaron en sumarse y caracterizarse para la ocasión.
De la representación del polémico sorteo, que acababa, como sucedió en muchos lugares de España, con trágicas consecuencias y duras cargas policiales; se pasaba a la siguiente actividad: una yincana histórica por el casco antiguo de Manzanares en la que sus participantes debían resolver una serie de pruebas (al tiempo que huían de la Guardia Civil). Por la tarde, era el turno del ‘picnic de la burguesía’, con la participación de la banda de música ‘Julián Sánchez-Maroto’, con revuelta y manifestación obrera incluidas.
Ya por la noche, el ambiente se tornaba festivo en las inmediaciones del museo PlomHist, para revivir una verbena de la época, adornada con guirnaldas, y con música de aquellos años, donde los presentes pudieron degustar chocolate con churros o limonada con bizcocho típicos de esos bailes. Y, como colofón, el domingo se instalaba en la plaza del Gran Teatro el campamento de reclutas del segundo batallón de cazadores. Desde ahí, arrancaba el desfile militar hasta la estación de ferrocarril, donde se emprendía el viaje hasta la guerra de Melilla.
Cerca de un centenar de personajes caracterizados – a los que hay que sumar el público que acudió a disfrutar de todas las actividades- participó, durante todo el fin de semana, en este relato del Manzanares modernista del final de la ‘belle epoque’, el comienzo del sindicalismo y el proceso industrial, y la aparición de la nueva burguesía. Una iniciativa muy bien acogida por la ciudadanía, especialmente por aquellos aficionados a la historia, que valoraban muy positivamente esta propuesta. “Ocio inteligente, con el que recordar la historia y aprender”, destacaba Antonio Bermúdez; “recuperar la historia es siempre una buena iniciativa”, aseguraba Miguel Ángel Maeso.
En estos actos, además de ‘Imperial Service’, participaban miembros de la asociación ‘Amigos del museo PlomHist’, de la desaparecida asociación de bailes de salón, de la peña caballista ‘Manzanares’ y de la Asociación Músico-Cultural ‘Julián Sánchez-Maroto’, que colaboraron en este aniversario, al igual que ‘La Pérgola’ y la Diputación de Ciudad Real. El Ayuntamiento de Manzanares, con la implicación de diversas concejalías, patrocinó el evento. El concejal de Turismo, Jesús Romero, que felicitó a la organización, reiteró el compromiso municipal con todas las actividades que pone en marcha PlomHist, “una parte indispensable de la oferta museística de la localidad”.
Gracias a todo el esfuerzo conjunto, Manzanares pudo vivir un fin de semana “histórico” en todos los sentidos, para celebrar el tercer aniversario de una de sus joyas turísticas y culturales, como es el museo PlomHist. Su responsable, Rafael García, se mostraba “contento y satisfecho” de poder conmemorar esta efeméride de una manera tan especial y con tan buena acogida.
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