Un viaje en el tiempo por el museo de Pernod Ricard
Dentro de las visitas a bodegas
organizadas este fin de semana en Manzanares con motivo de las V Jornadas “Alma
del Vino”, cerca de sesenta personas realizaron en la mañana del sábado un
auténtico viaje en el tiempo para conocer en el Museo de Pernod Ricard cómo
eran las instalaciones de una de las industrias punteras de Manzanares hace más
de un siglo. La que fue conocida como “bodega del águila” por el escudo de su
marca, se reproduce en las modernas instalaciones que la multinacional gala
tiene en el término de Las Labores.
Gracias a un minucioso trabajo de
rehabilitación, los visitantes pudieron ver, como si hubieran retrocedido un
siglo en el tiempo, cómo funcionaba la maquinaria -con elementos originales- de
una de las industrias de destilación de alcohol más punteras.
Visita Museo Pernod Ricard - V Jornadas Alma del Vino |
El museo se encuentra a poco más
de veinte kilómetros de Manzanares, en las instalaciones donde Larios retomó en
los años 80 del pasado siglo su producción, veinte años después del cierre de
su bodega en el casco urbano manzanareño. Algunos elementos arquitectónicos de
esa bodega siguen en pie, como las chimeneas y su torre de destilación que,
precisamente, será restaurada este año por el Ayuntamiento para albergar
dependencias municipales.
La historia de la “bodega del
águila” en Manzanares se remonta al último cuarto del siglo XIX. La empresa
Jiménez y Lamothe tenía instalaciones en Málaga y en Manzanares. Las manchegas
eran las más grandes. Aquí se elaboraron inicialmente vinos y, posteriormente,
aguardientes y destilados. En estas tierras buscaron viñedos que les
permitieran producir aguardientes como los de la zona francesa de Cognac. Y
para ello utilizaron calderas y alambiques procedentes de esa región gala. La
bodega manzanareña producía 9 millones de litros de vino frente a los 3
millones de la bodega malagueña. Entre ambas alcanzaron un millón de litros de
destilados y aguardiente.
Larios y Cía. adquirió en 1916 la
empresa a Jiménez y Lamothe, cuyo escudo del águila mantuvo. En 1933 pasó a ser
Larios, S.A., hasta que en 1998 fue adquirida por Pernod Ricard, con raíces
históricas similares, dedicada primero a vinos y posteriormente a destilados y
bebidas espirituosas.
Visita Museo Pernod Ricard - V Jornadas Alma del Vino |
Ante el descenso de producción,
en la década de los 60 del pasado siglo, Larios cerró sus instalaciones de
Manzanares y mantuvo las de Málaga. Años después, en los 80, ante el incremento
de ventas de ginebra, la empresa volvió a mirar hacia Manzanares por su
abundancia de agua subterránea y construyó un nuevo centro de producción en la
dehesa de Madara, donde produjo sus primeros destilados y embotellados en 1984.
Éste es actualmente el centro de referencia de Pernod Ricard.
Toda la maquinaria de la bodega
Larios de Manzanares se conservó, fue desmontada, restaurada y se volvió a
montar en una de las naves del nuevo centro de producción, convertida en un
espectacular museo industrial, réplica de la bodega original. Incluso se
utilizaron las mismas tuberías y grifos.
Durante la visita se puso en funcionamiento toda la
maquinaria original para explicar el proceso, incluidas las máquinas de vapor
desde las que también se generaba la electricidad y que sigue funcionando con
el tendido eléctrico y cableado original. El cuadro eléctrico data de 1896.
El museo reproduce en sus
distintos niveles las diferentes partes de la bodega, desde el lagar hasta los
tanques de fermentación y almacenaje, los empotros y las tinajas originales,
con su escudo del águila.
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