Muchas gracias por acudir a esta
convocatoria de concentración pacífica para solidarizarnos con el pueblo
palestino.
Damos también las gracias a las
autoridades que nos han facilitado la realización de esta reunión en nuestro
pueblo, en defensa de los derechos humanos, la justicia y la paz.
Este manifiesto no es una súplica, es un grito, un puño sobre la mesa de la indiferencia. Es un llamamiento urgente a la conciencia de nuestro pueblo y del mundo entero. Empatizar con Palestina no nos hace antisemitas, ni nos pone del lado de ningún color, solo nos hace HUMANOS.
Nuestra más enérgica condena, de
igual manera, a las acciones terroristas del grupo Hamás y a todos los modos de
violencia que tiñen de sangre y de horror la vida de tantos inocentes.
Nos hemos reunido hoy en
Manzanares porque no podemos, no queremos y no vamos a permanecer en silencio
mientras en Gaza sucede una de las mayores tragedias humanas de nuestro tiempo.
Lo que allí sucede no es un conflicto lejano es un crimen contra la humanidad que nos interpela a todos.
En menos de dos años más de
65.000 personas han sido asesinadas, entre ellas más de 18.000 niños y niñas.
Más de 127.000 han resultado heridas, muchas con amputaciones, quemaduras y
traumas irreparables.
La mitad de la población de Gaza
son menores.
Casi toda Gaza vive desplazada,
asediada, sin un lugar seguro, sin agua, sin comida, sin medicinas.
Naciones Unidas advierte que el 100% de Gaza está en riesgo de hambruna y que más de medio millón de personas están ya en una situación catastrófica.
Las leyes internacionales que
protegen la infancia y la población civil están siendo pisoteadas.
Los hospitales han sido
destruidos, la ayuda humanitaria bloqueada y la asistencia médica atacada.
Los equipos de emergencia se ven
obligados a operar sin electricidad, sin anestesia y sin material básico.
Mientras tanto, toneladas de alimentos y medicinas esperan al otro lado de la
frontera, a pocos kilómetros de los que agonizan por su falta.
Los periodistas asesinados mientras dan a conocer al mundo esta terrible tragedia.
Esto es un castigo colectivo, un
crimen que no puede normalizarse.
Por eso desde Manzanares, nos
sumamos al clamor de UNICEF, AGENCIA DE NACIONES UNIDAS PARA LA POBLACIÓN
REFUGIADA DE PALESTINA EN ORIENTE PRÓXIMO (UNWA), OXFAM INTERMÓN, MÉDICOS SIN
FRONTERAS, SAVE THE CHILDREN Y MOVIMIENTO POR LA PAZ y exigimos:
-Alto el fuego inmediato y
definitivo.
-Protección real de la población
civil, conforme al Derecho Internacional Humanitario.
-Apertura total y sostenida de
todos los pasos fronterizos para permitir la entrada masiva de ayuda
humanitaria sin condiciones políticas.
-Respeto y restablecimiento del mandato de las agencias humanitarias, sin criminalización ni obstrucciones.
-Fin de los castigos colectivos,
del hambre y desplazamiento forzado como arma de guerra.
Este manifiesto no es una
súplica, es un grito. Y hoy desde Manzanares lo hacemos nuestro.
Con cada niño o niña que muere, con cada madre
que llora, con cada familia enterrada bajo los escombros… algo de nuestra
humanidad desaparece. No podremos decir que no lo sabíamos.
Por eso, hoy, 11 de septiembre
hemos invitado a todos los ciudadanos a unirse y seguir movilizándose.
Que nuestra voz cruce fronteras y
llegue donde las bombas intentan imponer el silencio.
MANZANARES CON PALESTINA.
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