viernes, 30 de diciembre de 2022

Las Gerencias de Tomelloso y Manzanares trabajan en red para realizar artroscopias de cadera en pacientes jóvenes

 Se trata de una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite ver y trabajar directamente en el interior de la articulación con unas pequeñas incisiones en la piel

La artroscopia de cadera conlleva una menor estancia hospitalaria y supone, también, una más rápida recuperación para el paciente, en comparación con la cirugía abierta.

Los servicios de Traumatología de las Gerencias de Atención Integrada de Tomelloso y Manzanares, dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), llevan un año colaborando en red para la realización de artroscopias de cadera en pacientes jóvenes.

En este tiempo, han realizado ocho intervenciones y la previsión es que esta cifra aumente un 20 por ciento en el próximo año.

La artroscopia de cadera es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite ver y trabajar directamente en el interior de la articulación con unas pequeñas incisiones en la piel, de menos de un centímetro cada una. La intervención se realiza con anestesia general y suele durar menos de dos horas, aunque esto depende del tipo de lesión y del tratamiento aplicado.


La principal ventaja de la artroscopia de cadera es que, generalmente, conlleva una menor estancia hospitalaria y supone, también, una más rápida recuperación para el paciente en comparación con la cirugía abierta. 

En definitiva, se trata de una cirugía con una alta curva de aprendizaje y que, en este caso, implica la colaboración en red entre profesionales de las Gerencias de Tomelloso y Manzanares para poder satisfacer una demanda cada vez mayor de pacientes.

Y es que la patología de cadera puede provocar un proceso degenerativo de la articulación coxofemoral (la que conecta la cintura pélvica con la extremidad inferior). 

Según ha explicado el doctor Ramón Calatrava, jefe del Servicio de Traumatología de la Gerencia de Tomelloso, “en muchas ocasiones estos pacientes pertenecen al ámbito deportivo o laboral, lo que hace difícil su identificación y posterior indicación hacia un proceso quirúrgico mínimamente invasivo, como la artroscopia de cadera”.


Esto añade, según ha detallado el doctor Calatrava, “un factor de dificultad al no disponer de suficientes pacientes para adquirir el aprendizaje necesario para desarrollar esta difícil técnica, lo que obliga a un trabajo en red de profesionales para juntar casos clínicos y poder ofrecer la máxima calidad asistencial”. 

Pacientes jóvenes

La artroscopia de cadera es una intervención quirúrgica orientada, fundamentalmente, a pacientes jóvenes con lesiones precursoras de una patología degenerativa futura. Se trata de lesiones como roturas de labrum (fibrocartílago que protege la articulación de la cadera) y deformidades del cuello femoral, sobrecobertura del acetábulo (cavidad en la que entra la cabeza del fémur) o una combinación de ambas que produce una desinserción del labrum, perdiendo así la capacidad de sellado de la articulación y provocando su deterioro progresivo.


Con esta técnica y mediante la introducción de una cámara de vídeo, los cirujanos consiguen acceder a la articulación coxofemoral, reinsertar el labrum y modelar la forma del cuello femoral mediante pequeñas incisiones con instrumental muy específico y provocando un mínimo daño a estructuras fundamentales de la cadera, algo que sería más invasivo en caso de realizar una cirugía abierta.

“Con la artroscopia conseguimos aplicar nuestra experiencia a la patología traumática infantil, como pudimos comprobar al realizar este tipo de intervención en una paciente joven de diez años que sufrió una fractura y luxación


de la cadera izquierda, practicando deporte, y que tras la reducción de la cadera en quirófano se observó un fragmento osteocondral en el interior del acetábulo que impedía una correcta congruencia articular”, ha asegurado el jefe de Traumatología de la Gerencia de Tomelloso.   

En este caso, tras la artroscopia la cadera quedó perfectamente centrada y se evitó haber sometido a la paciente a una cirugía abierta que hubiera llevado implícito un nuevo daño a la vascularización de la cabeza femoral.

I Neón Handball Cup, una original forma de jugar a balonmano

 El pabellón 'Antonio Caba' acogió entre el 27 y el 29 de diciembre esta pionera competición organizada por el Handball Manzanares

Torneo pionero en España

Seis focos de luz negra sustituyendo a la iluminación habitual, las líneas marcadas con cinta adhesiva fluorescente, un balón fluorescente y dos equipos vestidos de negro con un peto fluorescente. Poco más se necesita para jugar a balonmano de la original manera propuesta por el Handball Manzanares en la I Neón Handball Cup, un torneo amistoso pionero en nuestro país que se ha celebrado entre el martes y el jueves en nuestra localidad.


“¡Qué pasada, acabamos de hacer historia!”. Esta es una de las frases que se escucharon en el pabellón 'Antonio Caba' durante la I Neón Handball Cup. Esta competición organizada por el Handball Manzanares con la colaboración de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento, pionera en España, ha llamado la atención del mundo el balonmano. Y es que no es nada habitual practicar este deporte en circunstancias tan especiales: a oscuras, con luz negra iluminando las fluorescentes líneas, porterías, balón y petos de los dos equipos. “Ha sido una experiencia súper chula. ¡Nunca vamos a olvidar este torneo!”, comentaban Marta Camarena y Elena Gómez, jugadoras del equipo alevín femenino del Ayuntamiento/Handball Manzanares tras terminar su partido.


La idea, que ha permanecido guardada en un cajón durante los últimos años debido a las restricciones derivadas de la pandemia, por fin ha podido hacerse realidad este mes de diciembre. Ha servido, además, para que los equipos se mantengan activos durante el parón competitivo de Navidad.

En esta primera edición han participado los conjuntos masculinos y femeninos de categoría alevín, infantil y cadete de la EDM Daimiel y del Globalcaja BM Albacete, además de los anfitriones de la escuela deportiva municipal de Manzanares. Y aunque el torneo era amistoso, los y las jugadoras no escondían su ilusión por ganar estos encuentros tan


peculiares. “Todo el mundo juega para ganar, pero en este caso creo que han venido a Manzanares más por el atractivo de la competición en sí que por conseguir la victoria”, señalaba Estefanía Marchán, presidenta del Handball Manzanares, que desveló que en el club ya estaban recibiendo “feedback muy positivo” tanto de participantes como de los cuerpos técnicos, así como alguna que otra llamada interesándose por los pormenores de esta competición para organizarla en otras comunidades autónomas como País Vasco o Madrid.

Tanto desde el Handball Manzanares como desde el Ayuntamiento se han mostrado “muy satisfechos” con el transcurso de esta I Neón Handball Cup. “Es una buena manera de incentivar la participación en la escuela deportiva de balonmano. ¡Ojalá sea la primera de muchas ediciones!”, deseó el concejal Manuel José Palacios.