jueves, 14 de enero de 2016

El periodista y director de la Escuela de Ciudadanos, Román Orozco, reflexiona sobre la gestión política del brote de legionella en la Cadena Ser


La bacteria del rumor. Román Orozco


Román Orozco.
La legionela ha azotado a Manzanares en estas fiestas navideñas. Desde que el 11 de diciembre se detectaron los primeros afectados, 237 personas han sido contagiadas. Han fallecido cuatro personas, todas ellas de edad avanzada, que además sufrían otras patologías. Un mes después, solo cuatro personas permanecen ingresadas (llegó a haber más de 40). Desde hace una semana no se registra ningún nuevo caso.

Este es el parte médico que deja por ahora la bacteria de la legionela en Manzanares. Otra cosa es el parte político. Titubeante en los primeros días, debido entre otras causas a la lógica demora de los diversos análisis realizados, la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad ofreció un parte diario del desarrollo de la enfermedad.

Paralelamente, las llamadas redes sociales hervían con acertados comentarios, lógicos interrogantes sobre el alcance de la epidemia y también rumores y mentiras lanzados con la intención de deteriorar al gobierno municipal y regional, ambos socialistas.

Dirigentes del PP aumentaron el número de afectados y fallecidos, sin aportar la más mínima prueba. Carlos Cotillas, presidente del PP provincial, y los dirigentes locales de este partido, lanzaron sospechas sobre la fiabilidad de los datos oficiales. En un alarde de suprema irresponsabilidad, sembraron más alarma de la lógica existente, solo para obtener un rédito político.

 Es curioso que hayan sido precisamente los dirigentes de un partido que redujo, bajo el mandato de Cospedal, en 2.500 el personal sanitario, quienes ahora se quejen del colapso del centro hospitalario manzanareño. Es curioso que estos dirigentes salgan en defensa del personal que trabaja en ese hospital, cuando hace muy poco tiempo quisieron privatizarlo.

Como ha señalado el presidente de la Comunidad, García Page, ante un problema grave de salud, hay que “atender a los criterios técnicos, y la política, cuanto menos, mejor”. Politizar y manipular la crisis de la legionela en Manzanares es un grave error. Las mentiras y los bulos lanzados, una torpeza del PP que aún no parece haberse recuperado de haber perdido el poder en Manzanares y en la Junta de Castilla-La Mancha.

Las bacterias se combaten con antibióticos. Los rumores, con la verdad.



 

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