¡Pero que chapuceros somos algunas veces!
Ayer por la tarde cuando me dirigía al polideportivo
cubierto municipal de la calle Villatoro, me encontré esta gran chapuza, ya que
no se puede denominar de otra manera. Un poste metálico rodeado en su parte
baja por una cinta de plástico de color rojo y blanco (no reflectante y a medio caerse), sin
iluminación preventiva y además en mitad de las “Carrilas” como decimos por
estos lares.
No sé si algún vehículo a estas horas se la habrá llevado
por delante, pero no sería nada extraño que así fuera y después a reclamar al
maestro armero.
¡Menuda Chapuza!
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