Casi de manera periódica nuestro paisano Manuel Díaz-Pines
Fernández-Prieto edita un video relacionado con Manzanares y sus gentes y que
por su interés no podemos ni debemos de dejar pasar la oportunidad de darlo a conocer, para que los
ciudadanos de Manzanares conozcan a esas personas que han llevado el nombre de
nuestro pueblo por los sitios más recónditos que nos podamos imaginar.
En esta ocasión es sobre un personaje que como bien dice él
son “Seres que dejaron huella” en Manzanares, y no es otro que su amigo Antonio
López de los Mozos Fernández y al que yo tuve la suerte de conocer
personalmente en mis años de juventud.
Para complementar el buen trabajo de Manuel Díaz-Pines
Fdez-Prieto, acompaño un biografía que he encontrado en la red sobre ese gran
pintor y mejor persona.
Biografía de Antonio López de los Mozos Fernández:
(Manzanares, Ciudad Real, 1932-Cinco Casas, 1991). Fue
Pintor, dibujante y grabador. En su juventud sufrió una terrible enfermedad que
le dejó imposibilitado para poder caminar, y en ese aislamiento se fraguó su
vocación pictórica. Acudió a las clases de la academia del pintor Antonio
Iniesta, viajó a París para estudiar los impresionistas, llevó a cabo sus
primeras obras y, años más tarde, recorrió Francia y Holanda en compañía de J.
Antonio Giraldo. A su regreso ambos montaron un taller de serigrafía. Colaboró
con Ricardo López Martínez en la ejecución de carteles, diseñó el monumento a
Ignacio Sánchez Mejías y la fuente central de la Feria del Campo. Fijó su
residencia en Madrid, manteniendo una fraternal amistad con el pintor Antonio
Zarco, y visitó Italia y Marruecos, juntamente con Zarco y José Luis López
Romeral. Expuso por primera vez, individualmente, en la Casa de Cultura de
Ciudad Real en 1969 y, tras mostrar su obra en distintas poblaciones manchegas,
se presentó en Madrid en 1976, donde reiteró sus exposiciones hasta su muerte.
Expuso también en Toledo y Murcia. Fue galardonado en numerosos certámenes,
como el de Ciudad Real de 1960, los de Alcázar de San Juan (1962, 1963 y 1968),
Valdepeñas (1968 y 1970), Caja de Ahorros de Sevilla (1969), Bienal
Internacional de La Mancha (1976), Ciudad de Manzanares (1983) y Caja Madrid
(1986). En su obra, donde se entremezcla un personal neocubismo con un concepto
lírico de la realidad, sobresalen sus juegos de color, que dan vida y belleza a
una ejecución fresca y espontánea.
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