La remodelación de la Plaza de la Constitución y calles aledañas, al final puede que sea un “Decálogo de lamentos” como se titula uno de los proyectos presentados.

Hace unos días pase a visitar la exposición de los 12 proyectos presentados para la remodelación de la Plaza de la Constitución (Las Palomas de toda la vida) y de las calles aledañas del casco histórico.

La verdad es que me decepciono de cabo a rabo como solemos decir por aquí, y me explico del porqué.

En primer lugar, los paneles allí expuestos nos muestran una información que para los técnicos en la materia les será familiar pero para los ciudadanos de a pie, la mayoría de la terminología expresada nos suena a chino.

Tal vez si se hubieran ocupado de mostrar más montajes fotográficos junto con alguna maqueta de como quedaran la Plaza de la Constitución y las calles aledañas, hubiera sido un mejor elemento de juicio para los ciudadanos.

En segundo lugar, me parece que la votación no debería de tener tanta incidencia en el resultado final de la adjudicación de un proyecto, ya que se está votando por votar, y de nuevo me explico. Parece que al menos uno de los proyectos presentados pertenece a un arquitecto manzanareño, y su madre y familia, se está dedicando a llamar a los vecinos de calle y conocidos para invitarles a votar por el proyecto de su hijo (amor de madre), por lo que muchos de los votos emitidos a ese proyecto son de compromiso y poco objetivos.

Por lo visto parece que no hay remedio de que este caro proyecto de remodelación se lleve a cabo (aunque según rumores, se ha tratado desde las altas esferas municipales de dar marcha atrás a última hora, pero por diversas circunstancias parece que ya no es posible), por lo que de nuevo veremos el centro del pueblo levantado, para invertir una gran cantidad de pesetas (perdón ahora son euros y así parece que la obra cuesta menos), que nos van a dejar emperchados durante bastantes años a los vecinos de Manzanares.

Quizás nuestros responsables políticos no se han realizado algunas preguntas básicas cuando se toman estas decisiones como ¿Es necesario? ¿Tenemos dinero para hacerlo? ¿Se puede solucionar de otra manera?, etc., etc., etc. Estoy convencido de que no, pero si estoy seguro que si se han hecho estas otras ¿Cuándo son las elecciones municipales? ¿Podemos sacarle rentabilidad política?...

Tal vez con mucho menos dinero de lo que va a costar esta obra, se podrían acometer labores de mantenimiento de muchas instalaciones municipales, tanto deportivas como culturales y de otra índole, las cuales cada día están en peores condiciones, así como la renovación de su equipamiento, y porque no, con planes de empleo que den trabajo a los parados de Manzanares.

Estoy convencido que cuando la obra esté terminada, seguro que quedará bien independientemente de que nos guste a unos más un proyecto que otro, pero la pregunta es ¿Es este el momento ideal de llevarla a cabo?, máxime cuando desde todos los estamentos y también desde el Ayuntamiento de Manzanares se nos llama constantemente a la mesura, se nos suben los impuestos y se nos recortan los servicios básicos.

Tal vez esta obra al final hablaremos de ella aplicandole el  título de uno de los proyectos presentados “Decálogo de Lamentos”.

Por cierto, supongo que aprovechearan las obras de la plaza de las palomas y construiran el aparcamiento subterráneo que habían prometido, mas que nada por no tener que volver ha deshacer lo hecho.

José Aº Romero.